Siempre he pensado que los relatos son a la literatura lo que los cortometrajes al cine, y que si el autor o director es capaz de transmitirnos en pocas hojas y escasos minutos una emoción, ya ha conseguido su cometido.
Laura Ferrero es filósofa, periodista, y una de las responsables de mi pasión por la escritura y los relatos, con esos personajes que haces tuyos sin quererlo, esas historias fugaces que te mantienen en vilo, y esas pequeñas píldoras de vida que si están bien escritas, te colocan directamente en la rampa de salida de la mejor literatura.
Todas estas cosas que comento y parecen tan intensas, es lo que me ha ocurrido con La gente no existe, el último libro de relatos de Laura Ferrero, que después de Piscinas vacías, Que vas a hacer con el resto de tu vida y El amor después del amor, da en el centro de la diana y nos plantea historias cotidianas que bien podrían formar parte de nuestro alrededor y nuestro ser.
La gente no existe da en el centro de la diana y nos plantea historias cotidianas que bien podrían formar parte de nuestro alrededor y nuestro ser.
Más allá de técnica y de formalismos, lo mejor de La gente no existe es que es un libro en el que caben todas las historias. No hay un único punto de vista porque hay múltiples miradas. Por ejemplo, la de la protagonista del relato Gangrena, uno de mis favoritos, la inocencia de Mina en Principios de arqueología, el amor por los abuelos de Una trenza, o el relato que da nombre al libro con el testimonio de un hombre que nos cuenta como celebra el fin de su enfermedad en una fiesta.
Aquí, conviven dieciocho historias brillantes donde se pone en valor lo cotidiano a través de personajes muy bien trabajados que vienen a contarnos sus inquietudes, sus defectos, sus dramas y comedias y sus lugares felices, unido a un manejo de la escritura propio de los mejores autores. Este libro de relatos es un cóctel que mezcla un lenguaje claro y sencillo, historias reales, y la sensibilidad de una autora a la que no hay que dejar de leer.
En definitiva, La gente no existe es una lectura deliciosa y desde ya, uno de esos libros a los que no dudaré en volver siempre que lo necesite.
Aquí conviven dieciocho historias brillantes donde se pone en valor lo cotidiano a través de personajes muy bien trabajados que vienen a contarnos sus inquietudes, sus defectos, sus dramas y comedias y sus lugares felices.