Si pensamos en Los Javis como creadores, nos vienen a la cabeza títulos ya míticos como la espléndida Paquita Salas, Veneno como su fenómeno más reciente y brillante y por supuesto, La Llamada, ópera prima de estos dos directores con cabecita de oro y creatividad a raudales, que llegó en 2017 para conquistarnos a todos con las historias del campamento La Brújula.
Si bien la película protagonizada por Macarena García y Ana Castillo obtuvo una gran taquilla y buenas críticas por parte de los espectadores, hay que destacar que la criatura de Javier Calvo y Javier Ambrossi, comenzó en el hall del Teatro Lara de Madrid con una función casi clandestina de piel con piel con el público, y que ahora, vuela y gira como uno de los musicales con más éxito de la historia en nuestro país.
La Llamada, El Musical, es una experiencia que hay que vivir y yo, tuve la suerte de hacerlo hace unas semanas en el Teatro Olympia de Valencia entre las butacas de mi chico y mi tía, con una función inolvidable repleta de electro latino, fe, amistad, un magnífico elenco y banda en directo, y por supuesto mucho amor por el buen teatro musical.
La criatura de Javier Calvo y Javier Ambrossi, comenzó en el hall del Teatro Lara de Madrid con una función casi clandestina de piel con piel con el público.
Si has visto la película, conocerás de sobra las aventuras de María y Susana, dos adolescentes que pasan el verano en el campamento La Brújula, capitaneado por la madre de Bernarda con la inestimable colaboración de la hermana Milagros, dos monjas muy marchosas que ayudarán a las protagonistas a encontrar su camino entre reggaeton, confidencias, y apariciones del mismísimo Dios.
En una réplica perfecta llevada a las tablas, sus tintes de comedia surrealista y loca no empañan el verdadero propósito de un guion impecable, basado en la búsqueda de la identidad desde la juventud, y en como te puede cambiar la vida según las decisiones que tomes, a ritmo de las canciones de Whitney Houston, Presuntos Implicados o Henry Méndez, interpretadas con música en directo y con unos actores y cantantes -los que actuaban ese día- tan excelsos como Richard Collins Moore en el papel de Dios, Roko encarnando a la peculiar hermana Milagros de forma sobresaliente, una Mar Abascal brutal bajo las faldas de la madre Bernarda, o Andrea Guasch y Angy Fernández en los personajes de la dulce María y la macarra Susana respectivamente. Actores con esencia de sobra conocidos por el público, y cuyo cartel lo completan voces como la de Nerea Rodríguez, Paco Arrojo, Lucía Gil o Marta Valverde entre otros.
Sus tintes de comedia surrealista y loca no empañan el verdadero propósito de un guion impecable.
Se nota por tanto, el buen trabajo de todo el equipo manteniendo en todo momento la chispa de la narración, moviéndose como pez en el agua en una escenografía muy trabajada y bien diferenciada entre las partes de la vida en el campamento, con el uso de luces más cálidas que contrastan con la espectacularidad de las apariciones de Dios y su uso más eléctrico del entorno y la iluminación, combinándose a la perfección con los momentos musicales y lo más importante, haciendo felices a todos los asistentes presentes en un musical que en varias ocasiones se vuelve concierto.
La Llamada, El Musical se ha ganado a pulso ser una de las obras más taquilleras y galardonadas con 14 premios Broadway World, haciendo del Lara su lugar de culto y cita imprescindible si vas a Madrid, pero arrasando con las entradas de todas las ciudades que pisan en una gira con fechas hasta noviembre, y que por suerte, se ha podido retomar en la era Covid-19 llevando la voz de Dios a cada rincón del país.
Así, si para mí el teatro es la vida, La Llamada es una de las mejores experiencias que he podido vivir desde una butaca. Si tienes oportunidad, no te la pierdas.
Puedes disfrutar de La Llamada, el Musical, todos los sábados en el Teatro Lara de Madrid o en una de las fichas de su gira por toda España.