Me negaba a ver esta serie de manera rotunda, pero después de haberlo pensado y de hacer caso a varios amigos, me lancé a verla.
Al principio, su trama, no llama mucho la atención: típico culebrón de adolescentes de instituto ultra ricos que hacen cosas nada apropiadas de su edad. Cuando yo tenía la supuesta edad que ellos tienen en la serie, todavía vivía en babia, mientras ellos se montan tríos, trafican con droga y se ven envueltos en problemas de adultos.
La serie narra la vida de un grupo de estudiantes del exclusivo colegio privado Las Encinas al que, al comienzo de un nuevo curso, llegan tres nuevos alumnos becados de clase obrera: Nadia, Christian y Samuel. El choque entre los adinerados y los adolescentes pobres es el eje de una serie de tramas amorosas que conducen al asesinato de una de las alumnas. Aquí, cambia la visión que yo tengo de la serie, ya que, a pesar de no olvidarse de las tramas personales complicadas e interesantes de cada alumno, toda la primera temporada se centra en ese asesinato, algo que me encanta.
A pesar de no olvidarse de las tramas personales complicadas e interesantes de cada alumno, toda la primera temporada se centra en ese asesinato, algo que me encanta.
En el primer capítulo ya sabemos quién muere y, a partir de ahí, dentro de la sala de confesiones de la Policía empieza a narrarse todo lo sucedido, hasta llegar al culpable; es decir, comenzamos por el final y llegamos al mismo final pasando por toda la historia que está contada por cada uno de los personajes.
La serie está protagonizada por María Pedraza, Marina, Itzan Escamilla, Samuel, del que me enamoré en el primer capítulo, el potente Miguel Bernardeau, que da vida a Guzmán, un dulce y amargado Arón Piper como Ander, una espectacular Mina El Hammani como Nadia, la belleza y buena actuación de Ester Expósito, que se pone en la piel de Carla, un gran papel de Álvaro Rico, Polo, un Omar Ayuso con una difícil interpretación poniéndose en la piel de Omar, el hermano de Nadia, la bomba insoportable y después querida de Danna Paola interpretando a Lucrecia, y unos secundarios Miguel Herrán y Jaime Lorente, Christian y Nano.
La segunda y la tercera temporada no dejan muy lejos la trama de la primera. En la segunda temporada la desaparición de uno de los protagonistas tambalea la vida de todos sus personajes, sobre todo el de Carla y Guzmán, a quienes se les suman el caradura de Valerio, un gran descubrimiento muy bien interpretado por el actor chileno Jorge López, una odiosa Cayetana que esconde mucha verdad y a quien da vida la actriz Georgina Amorós y mi favorita, la chula con corazón de oro de Rebeka, a cargo de la actriz Claudia Salas. Esos nuevos personajes suman sus historias personales a una trama que no decae en ningún capitulo y que marca la antesala de la tercera temporada, que se centra en un nuevo asesinato entre los estudiantes.
En las tres temporadas de la serie, la historia se narra mediante saltos temporales provocados por flashbacks y flashforwards, en donde se mezcla la investigación policial y los hechos ocurridos.
Netflix ya ha anunciado que la serie tendrá una miniserie titulada Élite: historias breves, con 12 capítulos que conforman cuatro historias de tres episodios cortos, que estrenarán del 14 al 17 de junio de 2021 y, al terminar esa miniserie, podremos disfrutar por fin de la cuarta temporada.
Os aseguro que esta serie no es un serión y que sus interpretaciones no son de Oscar, pero, si veis el primer capítulo, no podréis dejar de ver el segundo y de comeros todas las temporadas en lo que canta un gallo.
Netflix ya ha anunciado que la serie tendrá una miniserie titulada Élite: historias breves, con 12 capítulos que conforman cuatro historias de tres episodios cortos.