Queda lejos, súper lejos, aquella Aitana que nos encandiló sobre el escenario de Operación Triunfo 2017 con «temazos» como Chandelier, Con las Ganas o Procuro Olvidarte, no porque lo que ha venido después haya sido peor, sino por la cantidad de cosas que han pasado desde entonces. Un par de álbumes de estudio, auténticos «hitazos» internacionales, colaboraciones de alto nivel, declaraciones de intenciones en forma de canción, y ahora, un tercer disco que nos muestra a la Aitana más estrella del firmamento.

A primera escucha alpha se erige como uno de los discos del año en su género. Este álbum, que ya es el tercero en su discografía, rompe con la tendencia a la que nos tenía acostumbrados la artista, esta vez con sonidos eminentemente electrónicos en, lo que dicen, es un homenaje a la música noventera, eso sí y es opinión, salvando las distancias.

Muy cerca de su generación Z y con vistas a seguir ampliando su cartera de admiradores, Aitana coquetea con la primera letra del alfabeto griego y se lanza a por los oídos de la generación que lleva su nombre. En palabras de la propia Aitana: «alpha es una mirada al futuro», pero si te centras en su contenido, suena a amalgama entre electrónica muy bien producida y lo mejor del pop comercial, estilo en el que Aitana se sabe la reina y que además, no tiene intención de esconder. De hecho, puede ser interesante ver cómo se enfrenta su joven público a una gira que promete un gran despliegue técnico sobre el escenario, tal y como se abre el álbum con una intro más cercana a una noche de finales de los ochenta en la Puzzle que en lo que podría ser un concierto de los suyos. Sin embargo, es muy interesante el cambio de registro que se produce en alpha respecto a 11 razones y Spoiler, sus anteriores trabajos.

Los Ángeles es el segundo corte de este disco y una de las canciones más brillantes del mismo. La oscuridad sonora del inicio se abre paso entre golpes sostenidos por la voz que predomina el estribillo y un instrumental que rompe en puro ritmo de los 90 y luces de neón. No corre la misma suerte sin embargo Las Babys, que, a pesar de sus millones de reproducciones, se queda en un intento de homenaje a la mítica Saturday Night de Whigfield, con más intención de alcanzar el trend en Tik Tok que de constituir una versión con el suficiente poso como para hacernos olvidar la versión original si es que eso es posible.

‘alpha’ suena a amalgama entre electrónica muy bien producida y lo mejor del pop comercial, estilo en el que Aitana se sabe la reina.

Sigue la noche, porque este álbum es tan nocturno como su sonido, con Dararí, una canción propia de dance club con una letra de esas que te revuelven los oídos. Deshauciar a un ex a prueba de micro. Vomitar con ritmo. No hay normas para la Aitana más libre que también echa el resto en tres baladas –The Killers, Luna y si me apuras 24 Rosas– muy bien gestionadas tanto en el orden del tracklist, como en el conjunto final de su disco más diferente. Especialmente bonita es Luna, que baja revoluciones sobre un piano casi distorsionado y una percusión muy suave que no renuncia a la atmósfera rítmica que envuelve al resto del trabajo, y se enfatiza con 2 extraños –mi favorita- otro de esos temas-dardo en los que Aitana pone en jaque a un amor que ya fue sobre la base de lo que podría ser una canción repertorio de festival con gusto.

En este alpha también hay espacio para tres colaboraciones en AQYNE con Danna Paola, la ya conocida miamor con ReelsB tomando el relevo de Dararí pero acercándose sigilosamente a lo urbano sobre fondo house y una letra que rezuma sensualidad; además de uno de los temas top como es Formentera acompañada de Nicki Nicole para el que sobran las palabras y las cifras de reproducciones quedan pequeñas. Tan pequeñas como En El Coche, que como reza su letra, nos quiere bailando así toda la noche, cumpliendo el obejtivo que tiene alpha: reventarnos los pies, y de paso, soltar algún lagrimón en solidaridad con su autora.

Cuando escuchamos por primera vez un disco tendemos a hacernos la misma pregunta, una y otra vez, ¿estamos ante el mejor trabajo del o la artista en cuestión? En el caso de Aitana la respuesta es sí; porque no sé si será el mejor, pero sí tengo claro que es el más completo. El más suyo. Y también el más ambicioso, no solo por el hecho de explorar un sonido muy diferente al que nos tiene acostumbrados, sino por entregarse en cuerpo y alma a contarnos su historia. Eso es lo que, creo, es de justicia valorar.

En definitiva, alpha y todo lo que lo envuelve -especial atención a los visualizers disponibles en YouTube porque son fantásticos- es un buen disco para escuchar más de una vez y entregarnos a la causa de la que ya es una de las mejores exponentes del pop patrio.

‘alpha’ es el disco más ambicioso, no solo por el hecho de explorar un sonido muy diferente al que nos tiene acostumbrados, sino por entregarse en cuerpo y alma a contarnos su historia.