Desde su lanzamiento Zahara ha demostrado que ‘PUTA’ no es solo un disco, y creo que por eso he tardado más de un mes en escribir esta reseña.
Porque hay veces que digerir y asentar lo que estás escuchando es mucho más complicado que venir, escribirlo e ir a otra cosa. Hay veces que lo que escuchas duele y remueve tanto por dentro que solo puedes describirlo cuando lo has interiorizado y has asumido su importancia.
‘PUTA’ es la historia de SANSA, RAMONA, TAYLOR, Merichane, y la de cualquier mujer que ha sido víctima de abusos, de maltrato, de malas palabras y peores formas. ‘PUTA’ es Zahara y también somos todas nosotras. ‘PUTA’ es una responsabilidad, y es ese disco que cualquiera debería escuchar. Un viaje doloroso pero curativo que tiene forma de caja de terciopelo y que va lleno de sangre, alcohol del que escuece y tiritas, pero que culmina con el desahogo y la terapia de las que nos queremos libres.
Cuando escribí el post en el que hablabla de Merichane, la primera entrega con la que Zahara destapó el que ya es su mejor disco, decía que esta, era una canción que trascendía de cualquier crítica que se centrara en la parte musical. Porque Merichane era el mote que le pusieron a la cantautora con solo doce años. Merichane también era como llamaban a la puta del pueblo. Y ahora, para disgusto de todos los que participaban en aquel circo de repulsiva humillación a aquella niña, Merichane se ha convertido en un himno y una forma de gritar bien fuerte: YO ESTABA AHÍ.
Yo estaba ahí metiéndome los dedos hasta el fondo
Queriendo vomitar las penas, la vida, el odio.
Cada tema que compone el álbum es una píldora narrativa que forma parte de un engranaje perfecto, producido y compuesto al milímetro con el objetivo de explotarte la cabeza.
Su inicio con ‘flotante’ nos sirve como prólogo de lo que vamos a escuchar en los siguientes cuarenta minutos que dura la obra, y nos pone también en antecedentes de una producción musical en la que se nota el brillante criterio de Martí Perarnau IV de Mucho y 50% de _juno, con un vaivén de sonidos que vuelan a través del pop, la electrónica, la copla, el punk y ritmos ambientales.
No sé o no quiero saber si hay un disco en la industria patria más completo a nivel musical que este, y prueba de ello son temas como ‘canción de muerte y salvación’ que contrasta salvajemente con un rap ultra-contundente made in Zahara llamado ‘joker’, con un acercamiento a los orígenes de la cantautora con la magnífica ‘médula’, o con ese flow especial que nos lleva a bailar y que tiene mi canción favoritas del disco ‘berlín u5’.
Llévame a bailar
Como si aún fuera real
Como si fuéramos ese animal
Como si el mundo no se fuera a acabar
Como si el universo no tuviera un plan
Aunque quiera llorar, tú solo llévame a bailar.
No hay respiro. No hay lugar feliz. ‘PUTA’ es una sucesión de balas que revientan en el corazón de ‘TAYLOR’ y su esperanza, de ‘SANSA’ y sus reivindicaciones, del contundente spoken word de ‘RAMONA’ en la que Zahara es capaz de relatar con todo lujo de detalles y sin perder el aliento otro episodio oscuro, o de la copla de ‘DOLORES’ que termina por cerrar una catarsis única.
Poco queda que añadir de un álbum que se ha ganado a pulso ser una de las obras más influyentes de la música actual y que estoy segura, pasará a la historia como uno de los mejores discos que se han compuesto en castellano.
‘PUTA’ es la música que suma y toda la verdad de Zahara. Hazte un favor, escúchalo, llóralo y disfrútalo, vale la pena.
Ya me lo dijo Taylor
Somos yonkis del cariño ajeno
Necesitamos el aplauso del extraño
Hemos dejado nuestra paz en sus manos.