Apple TV+ sigue maravillando a sus suscriptores y no desiste en su apuesta por series que brillan en narrativa y técnica, con un catálogo que en comparación con los gigantes del streaming es corto, pero que sin embargo, irradia calidad por los cuatro costados.
Ya os hablé de lo mucho que me había encantado Ted Lasso y lo impaciente que estoy por el inminente estreno de su segunda temporada, que llegará a la plataforma de los de Cupertino el próximo 23 de julio. Pero lo que toca en el post de hoy, es hablar de otro de esos lugares felices que arrasa entre los seriéfilos, va de una productora de videojuegos, tiene un elenco coral magnífico y se llama Mythic Quest.
La serie creada y protagonizada por Rob McElhenney junto a Charlie Day y Megan Ganz, a la par que respaldada por la todopoderosa compañía Ubisoft, narra el día a día de una productora de videojuegos en la que conviven todo tipo de perfiles laborales y personales, que trabajan para alcanzar el éxito con su videojuego estrella Mythic Quest, Banquete de Cuervos, dando lugar a una sitcom hilarante, con un toque de sensibilidad y humanidad muy especiales, y rodada con una calidad técnica sobresaliente.
Otro de esos lugares felices que arrasa entre los seriéfilos, va de una productora de videojuegos, tiene un elenco coral magnífico y se llama Mythic Quest.
En su primera temporada comenzamos a conocer y situar a los personajes que conforman esta productora tan particular en la que se mezclan unas personalidades muy dispares y peculiares. Tenemos por ejemplo, la figura del productor ejecutivo al que nadie hace caso, el director creativo que ejerce de león de la manada, la desquiciada jefa de desarrollo, el malvado responsable de monetización, el guionista que ya es una vieja gloria, las testers invisibles o la asistente metepatas, como algunos de estos roles que podrían formar parte de cualquier empresa y hasta definirnos a nosotros mismos como parte de un equipo. Cada cual más divertido, el elenco de Mythic Quest funciona como un engranaje perfecto que no tiene fisuras, y que rema hacia la dirección del happy place que mencionaba anteriormente. Porque Ian no sería sin Poppy, ni Brad sin Jo, ni Rachel sin Dena, y así sucesivamente.
Otra de las claves de la serie es su apuesta por una narrativa limpia en la que caben todo tipo de temas de actualidad como el papel de la mujer en la industria de los videojuegos, el colectivo LGTBIQ+, la toxicidad de la masculinidad exagerada, la gestión del éxito y el fracaso, la influencia de los streamers, y otros tantos temas en los que Mythic Quest pone el foco y nos invita como espectadores, a la reflexión y el debate pero sin perder nunca la sonrisa. De hecho, y para demostrar su compromiso con la realidad, la serie tampoco ha dejado atrás su particular visión sobre la nueva vida pandémica marcada por el Covid-19, regalándonos un episodio especial cuarentena por el que bebo los vientos y me quito el sombrero, coronándose sin exagerar, como uno de los mejores capítulos de la historia de la televisión, no solo por su complejidad técnica, sino por lo que es capaz de contar en poco más de treinta minutos.
La serie apuesta por una narrativa limpia en la que caben todo tipo de temas de actualidad.
En su vertiente audiovisual, Mythic Quest destaca por su solvencia en cada una de las áreas, con una estética que nos adentra totalmente en el universo gamer a través de una fotografía con una propuesta visual hacia tonos cálidos, y una dirección artística que entiende perfectamente el sentido de cada elemento. Muy originales también los fragmentos de videojuegos que funcionan como separadores de secuencias, ayudando a mantener el gancho y la esencia de una sitcom de estas características.
Con ello, si la primera temporada con Banquete de Cuervos ya nos anticipaba que estábamos ante una serie que entraba directa en el Olimpo de la comedia y que se codeaba con títulos como Community o Sillicon Valley, la segunda temporada estrenada hace apenas un mes, ha logrado mantener y superar el listón durante nueve capítulos que son una verdadera delicia.
¿En qué lugar remoto podrían coincidir Isaac Asimov y el adolescente streamer de turno con millones de seguidores? Pues aquí mismo, porque en Mythic Quest todo es posible. ¡Anímate a verla!
Mythic Quest entra directa en el Olimpo de la comedia con una serie redonda, en la que no necesitas saber sobre videojuegos ni sobre su industria.
1 Comment
Es una serie genial. Muchas gracias por la review, da en el clavo de todos los matices de la misma.