Pasión: La pasión es una emoción definida como un sentimiento muy fuerte hacia una persona, reacción intensa que engloba el entusiasmo o deseo por algo.
Esa pasión que siento yo por la escritura se equipara a la pasión que siente el protagonista de esta entrevista por su trabajo, la interpretación.
He tenido la oportunidad de hablar con el actor Michel Tejerina, que todos los días entra en millones de casas de nuestro país a través de la serie diaria de TVE, La Promesa, que además de batir récords de audiencia, nos está dejando regalando momentos únicos con una nueva cantera de actores muy especial.
Michel nos abre su corazón en una charla interesante y entretenida que no os podéis perder. Disfrutadla tanto como yo.
-¿Quién es Michel Tejerina?
Michel es un chico de Madrid, de 30 años, que le gusta mucho la interpretación y que un día, cuando terminó sus estudios en el colegio decidió que quería probar suerte en este mundo, que quería formarse. Parece que de momento he tenido suerte y puedo trabajar de lo que me gusta y eso, es un privilegio.
-Eres periodista. ¿Llegaste a ejercer de periodista o tus primeros trabajos fueron en el mundo de la escenografía? ¿Qué te gusta del periodismo?
Nunca llegué a ejercer de periodista. Me formé en el doble grado en Periodismo y Comunicación Audiovisual en la Universidad Rey Juan Carlos y, salvo las prácticas de la universidad que hice en una empresa de comunicación corporativa, el resto de mi actividad laboral siempre ha estado centrada en la interpretación en el doblaje o en el teatro.
-Háblame de tus inicios como actor
Cuando terminé el colegio se abrió un abanico de posibilidades ante mí y me senté a pensar que quería hacer. Quería tomar las riendas de mi vida y ver hacia donde la quería encaminar. Desde muy pequeño me gusta el cine. Era un niño que se quedaba embobado con una peli que le gustaba, que se sabía todos los diálogos, me metía dentro de la historia. Decidí que si tenía esa pasión por las historias, por qué no iba a formar parte de ellas.
Creía que tenía cualidades para trabajar en la interpretación y, en 2011, empecé a hacer cursos intensivos de fin de semana y me di cuenta de que me gustaba y no se me daba mal. Unos años después, cuando terminé el doble grado, decidí formarme de manera regular yendo toda la semana a clases y entré en el estudio de Juan Codina. Terminé en 2018.
En 2014 me dieron un personaje pequeño en El secreto de Puenteviejo, fue mi primer contacto con el mundo de la interpretación. Me reafirmé en mi pasión y supe que me tenía que formar muy bien. Es un mundo muy difícil en el que tienes que estar en continuo aprendizaje e intentar ser mejor que el día anterior.
-¿Cómo se prepara un actor de doblaje? He leído que Steven Spielberg llamó a tu puerta
Más que llamar a mi puerta, el director de doblaje me propuso para dar voz a Toni en West Side Story, algo que terminé haciendo, le di la voz en español. Éramos tres actores los que estábamos propuestos y Spielberg se preocupa mucho por los doblajes, le gusta mucho escoger las voces. Tengo el conocimiento de que fue el mismo quien me escuchó y quien decidió apostar por mi voz. No le conozco personalmente ni nada, ojala, pero digo buah, me escuchó y no debí hacerlo mal porque me escogió.
-Además de El Secreto de Puenteviejo que mencionábamos antes, has participado también en La cocinera de Castamar. ¿Qué diferencia hay entre hacer una interpretación de ese estilo a hacer una en la época actual?
Casi todo lo que he hecho en tele es de época, menos el pequeño papel que hice para la serie Alba. Lo que cambia quizás es el lenguaje. Tienes que sentirte muy cómodo hablando de una manera que no es la que tú sueles utilizar en el día a día. Has de empaparte de las circunstancias históricas de la época, porque al fin y al cabo los seres humanos a lo largo de los siglos no hemos cambiado tanto y por eso cuando lees obras antiguas te das cuenta de que lo que mueve al mundo es el amor, el poder, la muerte y dinero. Casi todo gira en torno a eso y por ello hay que centrarse un poco más en el contexto histórico, a cómo podía pensar una persona de esa época, a qué opinión le merecían esos temas.
-Ahora te vemos todos los días en La Promesa, es un exitazo total de crítica y público. Cuéntanos, ¿Cómo es un día a día trabajando en una serie diaria?
Muy intenso. Nos levantamos muy muy pronto, sobre las cinco o seis de la mañana. Me levanto, me recogen y paso por maquillaje y peluquería. Grabo unas cuatro o cinco secuencias durante el día. No tengo un horario fijo, porque depende de la cantidad de tomas que tenga que grabar. Además de grabar y de estudiar en casa, sigo manteniendo mi trabajo en el mundo del doblaje. Me paso muchas horas trabajando, es cansado, pero es mi pasión y no lo veo como un trabajo. Desde que me dedico a la interpretación siento que no he vuelto a trabajar, porque me gusta tanto que no lo veo como un sacrificio, como una obligación, como pueden verse otros empleos. Siento que hago lo que me encanta. Madrugar no me encanta pero se hace llevadero si hago algo que me gusta tanto.
‘El secreto de Puenteviejo’ fue mi primer contacto con el mundo de la interpretación. Me reafirmé en mi pasión y supe que me tenía que formar muy bien.
-¿Cómo fue ese día en el que te llamaron y te dijeron Michel: vas a ser el Conde de Añil?
Fue una alegría tremenda. Cada vez que me llaman para hacer algo en televisión es una alegría impresionante. Embarcarme en algo tan potente como La Promesa que está teniendo tanto éxito, con unos actores maravillosos y todo un equipo fabuloso era un sueño, desde que me dijeron que iba a interpretar a ese personaje quería ya meterme manos a la obra pero aún tenía que esperar unos meses. Cuando hice la prueba salí con muy buena sensación y pensé si no me lo daban, iba a estar muy cerca, y mira, no me equivoqué.
-¿Qué ocurre cuando te presentas a un casting y de te dice “no” o “ya te llamaremos” y no te llaman?
Eso es el noventa y cinco por ciento del trabajo de un actor. No sé ni la cantidad de castings que he hecho en los que me han dicho que no. Cualquiera que quiera dedicarse a esto debe tener claro que esto es así, sobre todo si eres muy joven, porque te puede crear mucha frustración. Hay que tener claro si se quiere ser actor o si se quiere ser famoso. La interpretación es una profesión muy bonita pero muy dura y tienes que lidiar muchas veces con el rechazo. No siempre no es que no les gustes, sino que simplemente no encajas en ese papel o en ese perfil que ellos buscan. Yo sé que he hecho pruebas muy buenas, no porque yo lo valgo, sino porque me he sentido bien al hacerlas, y mi representante me ha dicho oye Michel, les encantó tu prueba, pero no es lo que buscan y consideran que hay una persona que encaja más por los motivos que sean. Hay que aprender a lidiar con todo eso. Hay que hacer un trabajo mental para aceptar que es lo normal, no caer en que tienen algo personal contra ti.
-Y en el caso de La Promesa y si no interpretases a Pelayo, ¿Qué personaje te hubiese gustado ser?
El personaje de Lorenzo, el capitán. Me divierte mucho. Creo que es un personaje malo, un tío miserable al que tienes ganas de ver, del que esperas su acción. Tiene hasta sus toques de comedia. Mi compañero Guillermo Serrano, el actor que lo interpreta, lo hace magníficamente bien. Le ha dado un toque que solo puede darle él y creo que ha creado un personaje muy divertido que ha hecho que odiemos y amemos a partes iguales.
-¿Qué tiene Pelayo de tú y tú de Pelayo?
¡Qué difícil! Buena pregunta. ¿Pelayo de mí? El físico…¡eso es obvio!
Pelayo es una persona que se ha visto solo en la vida y que se ha sentido decepcionado en muchas ocasiones. Tiene una herida muy grande a causa de la muerte de sus padres. Yo de Pelayo, quizás que el amor y la admiración que siente hacia Catalina la puedo sentir yo con muchas personas que están en mi entorno y por eso quieres mantenerles cerca a toda costa. Pelayo tapa la verdad con mentiras. Es una buena persona con buenas intenciones que se ha metido dentro de una mentira con el tráfico de armas que cada día se está haciendo más grande y que se va enredando, y, por no hacerle daño a Catalina, va ocultando cosas y no sabe cómo salir de ahí.
-Cuéntame un poco, si se puede, de lo que le va a ocurrir a Pelayo. ¿Qué tal con tu compañera Carmen Asecas?
Te puedo decir que cada vez se va a estrechar más el cerco sobre él. Es una bola que se ha hecho gigante y va a llegar un momento en el que va a explotar.
Con ella fenomenal, es una compañera estupenda. Desde la primera secuencia con ella congeniamos y supe que iba a ser muy fácil trabajar con ella. Sabía que nos lo íbamos a pasar muy bien trabajando juntos y así ha sido. Hacia ella solo pudo tener palabras de agradecimiento desde que entré en la serie.
-Esa conexión se nota en la pantalla…
Sí, se nota. Tampoco creo que tenga que tener una amistad fuerte con todos mis compañeros de trabajo porque la vida es así, siempre congenias con unos más que con otros. Sí que creo que con todas las personas con las que trabajo tengo muy buena relación y eso traspasa la pantalla.
La interpretación es una profesión muy bonita pero muy dura y tienes que lidiar muchas veces con el rechazo.
-¿Qué tipo de serie o de cine te gustaría protagonizar? Háblame de tus directores y actores, de los que son tu debilidad.
Buena pregunta. Me encantan los thriller, como la película Seven. Me gusta mucho David Fincher, Christopher Nolan. También las de Sorogoyen, como As Bestas. Luis Zahera me parece espectacular. Es un tipo de cine que me encantaría hacer. No son producciones grandilocuentes ni súper espectaculares pero son películas con historias muy potentes con personajes muy trabajados.
-Además de La Promesa, ¿tienes algún trabajo o proyecto entre manos o con vistas a un futuro próximo?
Ahora mismo estoy centrado en La Promesa y sigo haciendo los doblajes de algunos personajes de series que van haciendo nuevas temporadas. De teatro y cine de momento nada. Una serie diaria deja muy poco tiempo para otros proyectos.
-Y para acabar, vamos a hacerlo por todo lo alto: dime un sueño cumplido y uno por cumplir
Sueño cumplido, poder dedicarme a lo que me gusta después de pelear y sacrificarme tanto. Merece la pena si das todo lo que tienes aunque no consigas ese sueño, porque siempre puedes sacar lecciones. Un sueño por cumplir, hacer una película con Rodrigo Sorogoyen.
Agradecemos infinitamente su tiempo a Michel Tejerina y a Trama Films, su agencia de representación, por la gestión de esta entrevista; y como siempre, os animamos a que sigáis los pasos de este actor maravilloso que nos conquista con su personaje cada día, desde el particular universo de La Promesa, una de las series que ya son historia de nuestra televisión.
¡Gracias por colarte en nuestro puntoDgiro, Michel!
Entrevista: Carmen B. // Edición: Aixa V.