Una de las canciones que componen El Observatorio de Funambulista, lleva por nombre La Vida de Antes y el grupo del que os voy a hablar hoy, tiene mucho que ver con este título.
El 2 de febrero de 2020 el Circo Price de Madrid acogía El Universo en un Pincel, un concierto muy especial de Shinova dentro del marco del festival Inverfest. Y digo lo de especial porque además de recorrernos los 356 km que separan Valencia de Madrid, y ser la mejor celebración de la vuelta al sol de mi chico, fue el último concierto de la vida de antes, cuando todo era normal.
Pero en fin, pandemias a parte y con el recuerdo de esa cita matinal con un Volver a capella inolvidable, hay que celebrar que los chicos de Shinova acaban de lanzar La Buena Suerte, un sexto álbum de estudio que confirma dos cosas: la primera, una evolución sonora y compositiva que no tiene fin; y la segunda, esa capacidad de emocionar que tiene Shinova y que está al alcance de pocos.
Esa capacidad de emocionar que tiene Shinova y que está al alcance de pocos.
Puedes apostar por mí es el tema que inaugura una lista de 11 canciones en las que no falta la esencia de la banda y tintes de sus inicios, pero con un tono más optimista que el que nos dejó Cartas de Navegación, su anterior trabajo. Por sus letras, parece un disco escrito a medida para esta época que estamos viviendo y funciona como una banda sonora de esa esperanza presente en Ídolos (Los mejores momentos están por llegar), o del agradecimiento explícito de Te Debo Una Canción, una de las pistas más enérgicas del álbum, que contrasta con la calma y el poderío vocal de Gabriel De la Rosa en Ovnis y Estrellas, Mi Vida Sin Mí o Ciudades en el Mar, como representantes de unos ritmos más pausados y progresivos sobre piano, vientos, cuerdas y algo de percusión de fondo.
En La buena suerte hay dos puntos de inflexión interesantes que muestran perfectamente el ADN del grupo. Torre de Naipes es el cuarto corte del disco y una de las canciones escritas durante el confinamiento, con una letra que en palabras del propio Gabriel para la revista Mondo Sonoro: «Tiene un mensaje crítico, de doble filo». Sobre la vulnerabilidad y la fugacidad, con una base rítmica con variaciones muy potentes, en un solo que se acerca a lo épico. Y cuatro canciones después encontramos Palabras, la única colaboración del álbum con la cantautora ELE y que nos lleva a esa magnífica mezcla de voces y estilos que escuchamos en el EP Sesiones Frente a Frente con Second, Shuarma, Rozalén o Depedro.
La Buena Suerte desprende un tono más optimista que el que nos dejó Cartas de Navegación, su anterior trabajo.
Detrás de esa imagen enigmática de banda oscura de rock, Shinova siempre sorprende con canciones que te hacen pegar saltos de alegría en los conciertos y te hacen preguntarte porque las botellas de agua en los eventos no son gratis.
Confesaré que para mí estos temas siempre suelen ser la niña bonita de los discos y aquí en La Buena Suerte, tenemos buen material de disfrute con Gigantes, La Sonrisa Intacta y Solo Ruido. Hay guitarras, sintetizadores, baterías que marcan el compás y van de menos a más, letras para desgañitarnos mientras las cantamos, y una continuación de lo que empezó allá por 2014 con Ana y el Artista Temerario. Esto justamente es lo que hace grande este nuevo trabajo tan redondo y potente como su edición física especial, calcetines y litografía incluidos, que ya descansa en mi estantería con el resto de sus hermanos en forma de disco.
La noria de Shinova empezó a girar en Vitoria con un concierto de presentación muy especial y pasará por ciudades como Murcia, Valladolid, Salamanca o Madrid entre otras. De momento, mi novio y yo como buenos «shinoveros», seguimos recordando aquella vuelta al sol inolvidable y esperando pacientes su llegada a la «terreta». Lo más cercano, el 4 de julio en el Music Port Festival de Port de Sagunt.
Shinova son Gabriel, Ander, Erlantz, Joshua y Daniel y La Buena Suerte fue nuestra el día que sin saberlo, despedimos la vida de antes a ritmo de música y trazos de pincel. Una escucha imprescindible si te gusta la buena música.
Shinova siempre sorprende con canciones que te hacen pegar saltos de alegría en los conciertos.