Hace apenas unos días el compositor, escritor y cantante Rayden, anunciaba su retirada definitiva de los escenarios para centrarse, entre otros motivos, en su incipiente carrera como novelista, que se inició hace unos meses con el lanzamiento del libro que os quiero recomendar en este post.
A pesar de que David Martínez Álvarez -sí, Rayden tiene nombre- ya cuenta con varios libros de poesía publicados, El acercamiento entre la mujer cactus y el hombre globo, marca su debut literario en el campo de la novela, para contarnos la historia de Sáhara y Ciro, dos personas que viven un encuentro fortuito y gracias a él, comienzan a vivir.
La trama se podría resumir en chica conoce a chico, o mejor dicho, chica choca con chico. Por un lado, la irónica y atada Sáhara, florista de profesión que (sobre)vive bajo el yugo de su desquiciada madre y el apoyo de su entrañable abuela. Con nombre y aspecto de desierto, Sáhara ama su trabajo en la floristeria familiar pero arde en deseos de seguir creciendo como profesional y persona, sin correr ni querer asumir el peligro de decepcionar a su madre. Para ello, cuenta con el apoyo de su amiga Coral, una exitosa periodista que trabaja en el típico programa-chiringuito diseñado para «señoros». Juntas, plantean una amistad a prueba de madres controladoras, tíos que rezuman cero unidades de honestidad y sueños en forma de verbena de San Juan.
Por su parte, Ciro, es tan raro como su nombre y tan justiciero como los pasos que da en la búsqueda de hacia una libertad obligada por la mala relación que tiene con su despiadado padre y su estancamiento como persona. En la vida de Ciro está Iris, aunque no durará mucho, pero sobre todo, está Nico, un padre de familia que sobrevive como puede en su trabajo de rider y al cual la ayuda de Ciro le está salvando literalmente la vida y el sustento de sus hijas. Sobre el papel, Ciro tiene principios; sobre la pluma, Ciro está lleno de miedos y paranoias que no le permiten avanzar. Así y después del choque con Sáhara en la puerta del Ojalá, las cosas cambiarán para los dos y ambos comenzarán a vivir una aventura a la altura de las mejores películas románticas sin caer en los clichés del género. Es aquí, de hecho, donde Rayden saca a relucir su mano como escritor y hace alarde de por qué es uno de los mejores «relatores» de canciones y pasajes.
A pesar de que David Martínez Álvarez -sí, Rayden tiene nombre- ya cuenta con varios libros de poesía publicados, El acercamiento entre la mujer cactus y el hombre globo, marca su debut literario en el campo de la novela, para contarnos la historia de Sáhara y Ciro, dos personas que viven un encuentro fortuito y gracias a él, comienzan a vivir.
Siempre que inicio una lectura me gusta plantearme de qué color es el libro en el que me voy a sumergir durante las siguientes semanas, y con este, he sentido el impacto de los tonos pastel directamente en mi retina. Tiene mucho que ver el increíble recorrido de los personajes, especialmente el de Ciro con su bici a cuestas en el Madrid del mes de mayo. Esa luz de gran ciudad que mezcla lo castizo con lo urbano y coloca a los personajes en los rincones de Malasaña o Lavapiés. Madrid tiene un no sé que increíble para narrar la vida que Rayden, con mucha solera, aprovecha hasta la última línea de su novela para invitarnos a recorrer la ciudad junto a ellos, dándole valor a la importancia del espacio y cómo podemos imaginarlo sin necesidad de verlo.
Otro de los puntos álgidos de El acercamiento entre la mujer cactus y el hombre lobo es la forma de plantear la psicología de los personajes y como precisamente los apelativos de «mujer cactus» y «hombre globo» se vislumbra en sus comportamientos y su evolución durante el libro. Desde el inicio hasta el final, los protagonistas plantean una serie de problemas vitales que se van solucionando conforme avanzan, por separado y juntos, hasta llegar al clímax de lo que se espera de ellos. Sáhara y Ciro representan los deseos más humanos. Sentir las mariposas. Conocer sin tapujos. Querer y que te quieran. Todo esto mientras superan obstáculos y rompen barreras. Lo mejor de ellos es que pasan de querer ser a ser, y esa evolución es la que te va enganchando a su lectura. Hay que destacar también que en materia literaria, hay una buena mezcla de poesía, sobre todo al principio en la presentación de los personajes, una prosa cuidada e incluso una especie de guiño al género epistolar pero en versión 2.0. ¿Podría llegar a ser una conversación de WhatsApp la representación de este género tan especial? La magia de la literatura todo lo puede.
Con todo ello y por si no estás muy al día de la discografía de Rayden, conviene añadir que esta novela podría estar inspirada en una de sus canciones cuyo título es casi homónimo, aunque según confiesa el propio autor en los agradecimientos del final del libro, no sabe qué fue antes. Sea como sea, novela y canción se conjugan a la perfección para dar paso a un universo que huele a flores, suena a jaleo madrileño y sabe a vida.
Para acabar, reconozco que el anuncio de la retirada de Rayden arrancó un trocito de mi corazón de fan, pero estoy deseando ver cómo avanza en esto de escribir libros y contar historias. Pues ya se sabe que los libros, como las canciones, siempre están.
Novela y canción se conjugan a la perfección para dar paso a un universo que huele a flores, suena a jaleo madrileño y sabe a vida.