Estarás de acuerdo conmigo en que pocas cosas hay más íntimas que escuchar un disco del tirón. Con sus estrofas, sus puentes y sus estribillos. Con sus melodías y paisajes instrumentales. Con los oídos abiertos para que te cale el mensaje. Con el firme objetivo de darle un portazo a lo efímero y movernos. Con la misión de despertarnos. Al final, para esto está la música, ¿no? Para, de alguna forma, salvarnos.
Sobre La Salvación (2022) y otros cuentos versa esta charla con Gabriel Bauer, cantante y compositor de la banda que lleva su segundo apellido y que comparte con Lucas Bauer, su hermano y eterno compañero en esto de la música al que le gusta coquetear con los teclados, la percusión, y pilotar las naves de la producción. También a bordo del buque con apellido curioso están Fernando Gallardo a la batería y Abel Asensio a la guitarra, completando una tripulación muy bien avenida.
Desde que lanzaran su primer disco Azul Eléctrico (2014) y se consolidaran en la escena indie emergente con Otra Vuelta al Sol (2018), la banda malagueña percibe la música como una forma más de explorar una vida que con su tercer álbum de estudio, La Salvación, se asienta sobre las bases de un sonido más eléctrico a través de unas canciones que nacen del concepto para convertirse en el mensaje.
Con un próximo verano que suena a festivales y con la inminente presentación de este nuevo álbum, Gabriel nos regala un trocito de Bauer y una de las mejores conversaciones que hemos tenido. Te invito a que la leas, y de paso, te transportes con temas como Tú eres la luz, Mi mejor canción o No te disculpes. Merece la pena.
-Abrimos micros con la primera pregunta, o mejor, reproducimos Cero, el primer tema de este nuevo disco. Cuéntame quiénes sois y cómo nace Bauer.
Bauer nace porque mi hermano y yo hacemos música desde que teníamos 13 o 14 años. Hemos tenido diferentes formaciones con distintos músicos que han ido cambiando y evolucionando, pero nosotros siempre hemos sido constantes. En 2013-2014 nos quedamos los dos solos por circunstancias y como ya teníamos mogollón de canciones y proyectos por hacer, quisimos grabar un disco y tuvimos la suerte de toparnos con Pablo Cebrián, que a día de hoy es uno de los productores más top de España y por aquel entonces ya era conocido. Tuvimos muy buen rollo desde el principio, y de hecho, fue él quien nos sugirió llamarnos Bauer, porque es nuestro segundo apellido. Así que como buscar nombre siempre es complicado, nos lanzamos con Bauer y aquí estamos. Justo después se unieron Abel (guitarra) y Fernando (batería) y así el proyecto se ha ido consolidando.
-Parece que lo de etiquetar por géneros es casi obligado si hablamos de música. Para mí sois puro indie rock, pero, ¿tenéis influencias de otras bandas o artistas?
Sí, claro que tenemos influencias. Lo que hacemos en cada disco es seleccionar diez álbumes de diez grupos que nos gustan y decidir a que queremos que suene el nuestro. Kings Of Leon es uno de nuestros grupos fetiche. También Bon Iver, The National o The Black Keys, por nombrarte algunos. Creo que por estilo nos movemos entre el rock y algo más tranquilo.
-¿El proceso de producción y composición van de la mano en el caso de Bauer?
En cuanto a composición, Lucas hace casi todas las melodías y yo suelo hacer casi todas las letras. Digo casi porque todos opinamos. Abel, por ejemplo también compone. Nuestra forma de trabajar es que cada uno compone en su casa y saca las melodías, prácticamente sin letra y si de verdad esa melodía nos mueve y nos despierta algo, la ponemos en común y la trabajamos. Ahí es donde yo tengo algunas letras que al inicio no tienen mucha estructura y después voy avanzándolas. También escribo una letra porque alguna frase inicial me dice algo de repente y sobre eso caminamos. Nosotros queremos contar cosas íntimas y emocionales, cosas que nos pasan. Intentamos también ser súper críticos, para sacar una canción nos tiene que gustar y convencer a los cuatro.
El proceso de producción en el último disco ha sido muy chulo. Los dos discos anteriores los grabamos con Pablo en Madrid, en un estudio súper «top» y con la experiencia brutal de alguien como él que es un poco el que dirige todo; pero para La Salvación y dado que la producción la empezamos durante el confinamiento, era complicado movernos de ciudad. Así que como Fernando tiene un estudio y como Lucas también había producido algún trabajo, decidimos echarle valentía y hacerlo todo nosotros. Al principio daba mucho respeto porque veníamos de grabar con súper capo en la industria, pero al final ha sido un proceso súper bonito, lo hemos hecho con tranquilidad y hemos aprendido muchísimo. Todos hemos crecido mucho con La Salvación.
Nosotros queremos contar cosas íntimas y emocionales, cosas que nos pasan. Intentamos también ser súper críticos, para sacar una canción nos tiene que gustar y convencer a los cuatro.
¡Tu diagnóstico como oyente concuerda bastante con la intención!
Azul eléctrico como primer disco representaba un poco el por dónde queremos ir. Nos sirvió para buscar el estilo. Otra Vuelta al Sol tenía como reto afianzar dicho estilo, buscando más las canciones y su sentido. Y La Salvación es como una tercera vuelta a este proceso de dentro de las canciones. Lo que realmente queremos contar, por donde vamos como banda, y cual es la intención del disco. El arte, las letras y todo en conjunto es más trabajado. Pretende llegar de forma más directa.
-¿La Salvación ha sido vuestra salvación?
Sí, un poco sí. Aunque la concepción de los discos la vemos más como un proceso de aprendizaje porque cuando planteas un proyecto tienes unas expectativas que no siempre se cumplen. Para nosotros la música en sí misma es la salvación porque es lo que nos gusta y al final el objetivo es que el camino sea el resultado y que no sea la espera del resultado. Queremos disfrutar con esto.
-¿Qué tal las críticas del álbum? ¿Qué feedback os está llegando del público?
El feedback siempre suele ser bueno aunque a veces uno malo duele más que quince buenos, somos así de tontos. La verdad es que no nos ha llegado ninguna crítica mala, cosa que es de agradecer. Creo que la respuesta del público está siendo buena porque La Salvación es un disco con mensaje y mi sensación es que lo que queríamos decir está llegando a quien tiene que llegar.
Para nosotros la música en sí misma es la salvación porque es lo que nos gusta y al final el objetivo es que el camino sea el resultado y que no sea la espera del resultado.
-Es indiscutible que sois una banda de directo. Habéis pasado por salas y festivales de todo el país muy importantes. Cuéntame cómo afrontáis los conciertos y convéncenos a todos para ir a veros.
Nuestros conciertos, para convenceros de que vengáis, creo que tienen la intensidad que tratamos de reflejar en nuestros discos y que en el directo se nota más todavía. Con tres discos ya puedes sacar un repertorio interesante y trabajado. Queremos hacer conciertos que sean muy extremos e intensos y que de repente podamos combinar momentos melancólicos con momentos explosivos y divertidos. Que sea un viaje emocional y que la gente lo viva.
-Ante el auge de la música emergente y la cantidad de contenido que podemos consumir como oyentes/espectadores, ¿en qué os ayuda formar parte del circuito de festivales?
Formar parte de festivales nos ayuda en todo. A mí egoístamente me gusta más un concierto propio de banda en el que podemos plantear nuestro repertorio y manejar el concierto de principio a fin, pero por supuesto, estamos muy agradecidos de que nos den oportunidades para estar en festivales. Yo siempre digo que los festivales son como la radio de antes, es el nuevo espacio donde la gente descubre grupos. Nosotros lo pasamos muy bien.
-Una de las cosas que siempre me gusta abordar cuando entrevisto a músicos es el apartado visual, su imaginario. En vuestro caso creo que tenéis muy clara la estética a seguir. ¿Cómo planteáis el arte de los álbumes?
Le damos mucha importancia a lo visual porque pensamos que tiene que acompañar a la música. Normalmente buscamos al artista visual porque nos gusta lo que hace y le damos libertad absoluta. Opinamos en todo pero no nos metemos en su proceso creativo. En el caso de La Salvación, vimos que Monica Herrera encajaba muy bien con el concepto más orgánico que queríamos transmitir a través de la acuarela y por eso la escogimos a ella. Con los vídeos nos ocurre lo mismo.
-¿Cómo se ve el panorama musical desde los ojos del músico? ¿Estamos sometidos a demasiados estímulos con internet y las redes sociales?
Como músico es complicado pero a mí me parece que internet tiene más ventajas que inconvenientes. La ventaja principal es que hay plataformas para todos y se pueden sacar cosas constantemente. La contra es que entre los cientos de posibilidades que tienes te puedes perder mucha información, pero creo que es un reto. Es mejor la oportunidad de poder sacarlo que no hacerlo.
Cuando empezamos con nuestros grupos, a lo máximo que podías llegar era a una radio local o salas de tu ciudad o pueblo, y ahora tenemos las redes y los festivales; así que soy optimista con el panorama musical y aunque las cosas son diferentes a lo que había antes, creo que hay que adaptarse.
-Háblame del futuro. ¿Qué recorrido tiene Bauer los próximos meses?
Hace unos días hicimos la presentación del disco en Málaga, y el 28 de abril presentamos el álbum en Madrid porque queríamos hacer un concierto de sala ya que en verano tenemos bastantes festivales. Afrontamos el futuro con mucha ilusión. Si algo hemos aprendido es a no tener expectativas pero sí ilusión. Yo intento pasármelo bien desde que me monto en la furgoneta y disfrutar de todo lo que nos pasa porque está siendo muy bonito.
Si algo hemos aprendido es a no tener expectativas pero sí ilusión.
No sé si te ocurre pero cuando descubres una banda que desconocías tiendes a compararla con otra y siempre sale a relucir la típica frase de: «Estos suenan a estos otros». Pues bien, en el caso de Bauer diré que no necesitan parecerse a nadie porque su evolución y pasión por la música se percibe desde la primera nota de Azul Eléctrico y hasta el último tema que cierra La Salvación. Ahora es el momento para que los descubras tu también a estos malagueños que son puro rock, y si tienes oportunidad, te acerques a alguno de los conciertos que tendrán lugar el próximo verano en el circuito de festivales.
Gracias a Gabri por su generosidad en esta charla y suerte con todo lo que está por venir.