¿Sabes esa sensación de placer cuando aparece la canción justa en el momento adecuado mientras escuchas música? Sí, me refiero a eso que ocurre cuando estás listo para bajar del coche pero tu tema favorito está sonando en la radio y no puedes ni quieres quitarte el cinturón. Justo ese mismo subidón que experimentas cuando lo das todo en la pista de baile y empiezas a escuchar los primeros acordes del «temazo» del siglo. Sabrás bien que esa sensación es indescriptible. La música en pleno apogeo. Y esto precisamente es lo que me ocurre a mí con muchos de los temas del protagonista de este post.
Animal es el nuevo disco de Diego Cantero, conocido artísticamente como Funambulista. El cantautor murciano vuelve con una apuesta musical arriesgada y muy fresca, que evoluciona respecto su anterior álbum inédito, El Observatorio (2019), con una buena mezcla de ritmos que van desde el pop más tradicional, pinceladas de canción popular, sonidos sorprendentemente tropicales con guiños a lo urbano, y por supuesto, canciones que brillan por la profundidad de sus letras y su mensaje.
Me gusta la vida es el tema que abre el disco y un canto a la alegría. Poco se necesita para sonreír mientras suena este alegato a la vida: «A mi lo que me gusta es eso, ponerme a sonreír sin medida. Mojarme hasta calarme los huesos. Ay, a mí me gusta la vida». Las primeras notas dejan entrever la apuesta por lo diferente de Funambulista en este Animal, muy presente sobre todo en la primera parte del álbum con acordes típicamente latinos y un instrumental plagado de vientos, maracas y compases que te animan a bailar. Un comienzo maravilla a la altura de los mejores, que continúa su particular experimento pisando terreno latino con Superpoderes, la tercera de las canciones del disco y de forma muy evidente en El Mismo Lugar, un séptimo corte que alude directamente a Latinoamérica y su riqueza cultural, poniendo por bandera la música sin fronteras, y de nuevo, la alegría de vivir. Cuesta encontrar en la discografía de Cantero temas parecidos a estos, en un claro homenaje a la cultura tropical y su forma de entender la música, pero sin renunciar a su ADN como músico. Esta última canción es un chute de energía.
El cantautor murciano vuelve con una apuesta musical arriesgada y muy fresca.
Hasta que amaneciera, es el segundo corte y una de esas canciones que se corean a pleno pulmón en los conciertos. Con una base 100% pop, este tema destaca por su propuesta narrativa mirando a un pasado en el que cualquiera puede verse reflejado. Una historia que puede ser de amor, de amistad, de familia…en la voz de un Funambulista que no pierde la esencia con la que comenzó su andadura musical. Cercana a canciones míticas del autor como Como un idiota o Éramos reyes, coronan este tema, a mi juicio, como uno de los mejores del álbum. Pero si queríamos revolución aquí está El Animal, un cuarto corte que llena de energía a su disco homónimo. Un cóctel de ritmos electrónicos, sintetizadores y juego de coros, listo para degustar desde el centro de la pista de baile, dejando claro que la producción, dirigida por Tato Latorre, es parte imprescindible en este trabajo. A esta canción no le sobra ninguno de los artificios que propone porque funcionan perfectamente y atina en el riesgo de sacar a Funambulista de su zona de confort. El Animal es una de esas canciones que los seguidores recordarán para siempre.
Por su puesto, tampoco podían faltar la sorna y la tradición, señas de identidad de Diego en sus temas. La ironía está claramente representada en La Bohemia, que más que una canción al uso, se presenta como una sucesión de versos muy críticos con parte de la industria musical en particular y la sociedad en general, por esa búsqueda constante del éxito rápido y artificial. De manera elegante y en una especie de tango moderno, el murciano se despacha a gusto contra el postureo. Por su parte y respecto a la tradición, Truquitos de una coplera se erige como homenaje a la canción popular y a las mujeres que hacen de la copla un arte único. Un cambio de tercio en la sucesión de temas cuyo protagonista es el piano, en un estilo que comenzó a explorar en el ya mencionado El Observatorio con La Vida de Antes, demostrando su compromiso con la importancia de las raíces.
La producción, dirigida por Tato Latorre, es parte imprescindible en este trabajo.
Pasado el ecuador del disco, los sonidos se vuelven más oscuros y la fuerza de la letra empieza a tener más importancia. Pasamos de la frescura de los primeros cortes a canciones mucho más poderosas y cercanas al Funambulista de siempre. Tanto por La Mañana como Mi Calma y Tu Ansiedad ponen sobre la mesa la vertiente más melancólica y reivindicativa del cantautor. Como dos puñales, ambas canciones destacan por la dureza de su instrumental con el predominio de la guitarra, el golpe seco del bombo y el virtuosismo vocal de Cantero, muy presente sobre todo en el segundo tema. Una bocanada de rabia y de aire que confirman los efectos terapéuticos de la música.
Por último y para acabar, vuelve la calma con Bienvenido, Cadaqués y La Señal en otro alarde de pop suave y luminoso, en el que de nuevo la letra toma ventaja sobre la música. Es hora de disfrutar de las historias que Diego nos quiere contar y de desgañitarnos cantándole a la calma de Funambulista, en un disco que vuelve a demostrar porque el murciano es uno de los mejores letristas de nuestro panorama musical.
En definitiva, Animal llega para redondear una discografía que continúa adaptándose a los tiempos y evolucionando para el placer de los que le seguimos. Es un álbum dinámico, atrevido y deliciosamente optimista, pero que no pierde los argumentos y las bondades que le han traído hasta aquí, y cuyo autor defenderá en directo a partir del 15 de enero en el Wizink Center de Madrid para posteriormente girar por multitud de salas del país.
‘Animal’ llega para redondear una discografía que continúa adaptándose a los tiempos y evolucionando para el placer de los que le seguimos.
Confieso que a mí aún me queda emoción de aquel precioso 9 de marzo de 2019 en La Rambleta de València, corriendo de la mano de mi mitad, de punta a punta de la ciudad, para disfrutar a tope de Funambulista y su fantástico directo; tanto como él y este Animal que te recomiendo escuchar en bucle desde ya.