La Doctrina Parot fue la absoluta protagonista en el 2006, año en el que se empieza a aplicar esta medida que dejó en libertad a centenares de presos que cumplían condena por violación, asesinato y otros crímenes y delitos. Así y sobre esta base arranca Parot, una de las nuevas series de Amazon que he disfrutado este verano.
Isabel Mora, una Adriana Ugarte muy metida en su personaje, dura y distante, es una inspectora de policía fría y solitaria con una historia personal muy cruel que vuelve a su vida actual como un rayo al salir de prisión Julián López de Haro, un aristócrata acusado de violación. Pero, ¿quién es Haro? Pues un Iván Massagué impresionante y obsesivo, que es capaz de enamorarte de la manera más macabra. Es el típico personaje malévolo que consigue que caigas rendido a sus pies. Creo que nunca había visto actuar así a este actor. Su papel de “Burbuja” en la serie El Barco fue impresionante, pero esta vez, me ha dejado sin palabras y me ha creado verdadera adicción.
Iván Massagué impresionante y obsesivo, que es capaz de enamorarte de la manera más macabra.
La historia de los dos protagonistas se intercala con la inevitable investigación alrededor de unos crímenes incómodos en todos los frentes. A fin de cuentas, hay quien piensa que las víctimas se merecían acabar así. ¿Qué es lo que pasa? Que los presos que han salido de la cárcel sin cumplir sus condenas van apareciendo muertos de la misma manera que ellos atacaron a sus víctimas, cumpliéndose así un patrón y, según el asesino, justicia.
Los dilemas morales que plantea la serie son brutales: ¿Es un asesino aquel que mata a criminales? ¿Puede un asesino hacer justicia? Isabel Mora y su fiel compañero Jorge Nieto, interpretado por Javier Albalá, son los encargados de encontrar a ese criminal justiciero, mientras una espectacular Blanca Portillo, en el papel de la madre de Isabel, investiga la mente de los asesinos para dar a sus alumnos verdaderas clases magistrales acerca de la mente humana.
No puedo dejar de nombrar a Michel Brown, actor conocido por su papel en la histórica telenovela Pasión de Gavilanes, que ejerce de hilo conductor desde su salida de prisión y que interpreta su papel de una manera recta y elegante, así como a Patricia Vico, una periodista con poca ética y ningún escrúpulo.
Estupendo elenco y atrayente trama que te atrapa desde el primer minuto y te envuelve en los brazos de Haro como si de una tela de araña se tratara. Totalmente recomendable para aquellos a los que les apasiona el thriller.