Escritura: trabajo y obsesión

María Codoñer Prieto, escritora de la novela “El mundo de nos queda” (2016), amante de los gatos y colaboradora de diferentes proyectos literarios escribe una nueva página en el mundo de las entrevistas contándonos de dónde parten sus ganas de escribir y nos anuncia que trabaja ya en la creación de otra novela.

María, licenciada en Historia, es una amante de la escritura. Nos cuenta que para ella escribir es:

“la necesidad de dar salida a todas las historias que me llenan la cabeza, a veces veo situaciones o personas que me inspiran una escena y de ahí puede salir una novela o un relato. Me gusta imaginar vidas ajenas, los entresijos, lo que no se ve. Y sobre todo, porque me divierte escribir, aunque en ocasiones me genere algo de ansiedad cuando no sale como yo quiero”.

Todos conocemos la definición de lectura, qué significa leer, pero cada uno tenemos nuestra experiencia y nuestra visión sobre esas palabras. Para María leer es “la paz, el relax, dejar de preocuparme por lo que me rodea”.

Muchos artistas, escritores, pintores, actores y cantantes han hablado en ocasiones de sus inspiraciones, de esas musas que aparecen para ofrecerles su mejor letra, su mejor actuación, su mejor cuadro y su mejor guión pero existen personas totalmente escépticas, que obvian a esas musas y cree como Codoñer, que las musas son “un mito”. La entrevistada solo cree en lo que se hace:

“creo en el trabajo y en la obsesión por una idea”.

Cuando le preguntamos acerca de sus escritos indagamos más allá, y nos interesamos por esos capítulos que escribes sin ganas, en días malos y en días que estás tan excitado que escribes durante horas sin parar. Para ella, en esas ocasiones salen páginas buenas y malas “que no aportan nada a la historia, las que aburren al lector, esas son las peores, aunque a veces me falta perspectiva para verlo, eso te lo da la experiencia o los lectores cero. También una buena corrección por un profesional”.

María, ¿sueles rectificar lo que has escrito al día siguiente de hacerlo?

“Sí, siempre, aunque después hago la corrección del borrador una vez terminado. Cuando escribo lo vuelco todo como sale, después hay que pulir. No siempre escribo con el mismo estado de ánimo y a veces acabo eliminando la mitad o más. Y otras me siento satisfecha y rectifico poco”. Como ella, creo que todos vemos diferente lo que hemos escrito al día siguiente de hacerlo.

Le preguntamos sobre los géneros, los tipos de novela que existen y cuáles son los que prefiere. ¿Amor o ciencia – ficción?

“Ciencia-ficción. Creo que si escribes novelas de amor tienes que hacerlo muy bien para no caer en romanticismos demasiado azucarados. Me gusta que al leer haya algo de amor, sin embargo me cuesta más escribirlo. El amor es transversal, puede estar en todos los géneros. Lo importante es que el libro hable de más cosas. En cuanto a la ciencia-ficción me gusta porque puedes hacer volar la imaginación, es la libertad, dentro de un orden lógico claro, ha de ser verosímil, pero puedes jugar con las tramas, los personajes, hacer creíble lo increíble. En realidad es solo el escenario en el que transcurre la acción, puedes hacer ciencia-ficción negra, romántica…”

Negra y romántica, interesante. Vosotros, los que nos leéis, ¿os habéis atrevido alguna vez a escribir? No hablo de la lista de la compra o de un comentario de texto. Hablo del inicio de una historia. Muchas personas, entre las que me incluyo, comienzan escribiendo sus narraciones a mano.

María, ¿tú escribes directamente en el ordenador o eres más de hacer borradores en papel?

“Hago un primer esquema en papel, fichas de personajes, resumen por capítulos, ideas generales…Es algo que he aprendido en los talleres de escritura creativa. Antes escribía sin esquemas, lo que iba saliendo. He comprobado que me facilita el trabajo tener la novela o el relato estructurado, le da una coherencia al texto que antes creo que le faltaba. Después escribo directamente en el ordenador. Y aunque tenga el esquema hecho a veces me lo salto, lo mejor de la escritura es cuando la historia te lleva donde quiere y te cambia el rumbo, es fascinante. Sientes que los personajes tienen vida propia, es mágico. Quizás eso también responda a la primera pregunta de por qué me gusta escribir.”

Uno de los grandes vicios de los escritores es la lectura. Leemos hasta los prospectos de los medicamentos. Quién sabe, igual nos inspira a la hora de recrear un escenario médico o farmacéutico. Le preguntamos a nuestra escritora qué es lo último que ha leído antes de atender a esta entrevista y nos confiesa que ha sido “una revista de moda, me confieso lectora de ese tipo de revistas”.

Antes hablábamos de vicios, ahora de sueños. ¿Quién no ha soñado con escribir con su autor favorito? O por lo menos con tomar un café con él y hablar de…¿libros?.

“Hay muchos escritores y sobre todo escritoras con las que estaría encantada y emocionada de escribir un libro, pero si tuviese que elegir una sería a Rosa Montero, es una mujer fascinante, me encantaría conocerla, hablar con ella de la vida, de la creación, aprender de ella. La he seguido en redes y he ido a presentaciones suyas y charlas, es un placer escucharla. Con quién no escribiría un libro, también hay varios, pero mejor no digo nombres por si algún día la vida me lleva por caminos inesperados y me toca trabajar con ellos y sacan esta entrevista a la luz. La vida me ha enseñado a ser prudente y sobre todo me ha dado muchas veces en los morros, con eso de yo no haría o yo no diría…”

portada de El Tiempo que nos Queda, de María Codoñer

Como no, todos tenemos escritores a los que siempre leemos, algunos que descubrimos y otros que, para nosotros no significan nada, no nos gustan.

Codoñer se confunde con esta pregunta:

“Esta tiene truco. Que me gusten, muchísimos, Almudena Grandes, Javier Marías, Vicente Marco, Ana María Matute, Saramago, Vargas Llosa, como ya he dicho antes Rosa Montero…hay muchos y solo nombro a los de habla castellana, aunque Saramago sea portugués lo considero nuestro. También los hay que no me gustan, pero escribir una novela cuesta mucho esfuerzo y mucho trabajo como para tirarlo por tierra, y después hay autores que no te gustan en general, pero de pronto hay alguna de sus obras que te encanta, porque pienso que alguien puede ser brillante, pero patinar de vez en cuando y viceversa. Por ejemplo, no me gustan las novelas de terror, sin embargo, algunos libros de Stephen King me parecen magistrales y otros no me han gustado nada.”

Se da mucho por hecho los comunicadores son personas sin vergüenza, que son capaces de improvisar y hablar delante de una multitud sin tener miedo, pero no todos los comunicadores cumplen con ese “requisito” hay quien tiene pánico a los micrófonos, y eso le pasa a María, aunque poco a poco empieza a dejar esa rigidez encerrada. “Me da mucha vergüenza, es el miedo al ridículo, a decir tonterías, me quedo en blanco. Pero en el último año he tenido varias presentaciones en las que me ha tocado hablar, en algunas por decisión propia, a los miedos hay que enfrentarlos voluntariamente y sin armadura, y la verdad es que me voy soltando. Y hasta parece que le estoy cogiendo el gustillo.”

Y el futuro, ¿qué le deparará a María?:

“Nuevos proyectos. Tengo una novela en proceso de corrección, cuando esté terminada quiero publicarla. Y también formo parte de un grupo de escritura, Grafomaníacas, somos nueve escritoras y un escritor, estamos haciendo un proyecto entre todos y esperemos que el año que viene vea la luz en forma de libro. Y también estoy colaborando en un libro de relatos de Generación Bibliocafé, para mi es una suerte que hayan contado conmigo. Y empiezo a darle vueltas a una idea para la siguiente novela”.

Estoy segura que esta no será la única vez que charlemos con María, volveremos a hablar con ella de esos proyectos que nos acaba de contar, seguro que son más que interesantes. Si hay libros y cultura de por medio hablaremos de ellos.

#puntoDgiroa2voces