Si nos lees desde el principio o te has unido a la fiesta últimamente, sabrás que nos encanta entrevistar a actores y actrices, pero, ahora que nadie nos oye, tenemos que confesar que si son valencianos, todavía más.
Manuel Maestro, es un actor que se ha formado entre las bambalinas de su querido Quart de Poblet, localidad en la que se crió, y que le ha valido para ganarse un hueco en el mundo de la interpretación con acento valenciano.
Además de participar en numerosos montajes teatrales que le han encumbrado a lo más alto con reconocimientos tan importantes como el Premio AAPV a Mejor Interpretación Masculina de Teatro durante dos años consecutivos por ¿Estás ahí? y La Tempesta, Manuel ha ido formando parte de la familia con sus apariciones en proyectos televisivos y cinematográficos como Coses a Fer Abans de Morir o Socarrats; aunque es su personaje de Tommy en L’Alqueria Blanca, el que terminó de consolidarlo como una de esas caras que son casa para los espectadores.
Sin dejar de lado la interpretación, nuestro protagonista también se atreve con la creación y la autoría de textos teatrales. En concreto su libro El pes de l’aigua, ha sido reconocido en la última edición de los XXVI Premis Literaris Ciutat de Sagunt, en homenaje a todas las mujeres pescadoras de El Palmar que pelearon por formar parte de una comunidad la comunidad de pescadores y abanderaron la lucha feminista en un hito que cambió las reglas del juego.
Si tuviéramos que rescatar alguna pincelada de lo que nos ha transmitido Manuel Maestro en esta charla que ya es tuya, es su ilusión tremenda por cada paso que da en una profesión tan volátil como bella. ¡Disfrútala!
-¿Quién es Manuel Maestro?
Manuel Maestro es Manolo, jajaja. Digo esto porque llevo años intentando que el Manuel se imponga al Manolo digamos que como “nombre artístico” -siempre me ha hecho gracia eso de “nombre artístico”-. Casi todo el mundo me conoce como Manolo, pero me gusta más como suena Manuel Maestro, ya ves tú -además mi abuela se llamaba Manuela-. Pero a lo que vamos: Manuel es Manolo y viceversa, un actor de 48 años -¿¡ya!?-, nacido en Valencia, de raíces manchegas y que vivió en Quart de Poblet hasta bien entrada la veintena.
-Y supongo que fue en Quart de Poblet dónde nació el Manuel actor…
Justo. Allí, en Quart, es, precisamente, donde empezó a forjarse la vocación y el propósito de dedicarme a la interpretación. Cuánto bien hacen las Escuelas Municipales de Teatro y las iniciativas teatrales en los coles e institutos. Así que en ese contexto inicié el camino actoral, intentando saber, más o menos, quien soy, y siempre seguir descubriéndolo día a día.
-¿Recuerdas cómo fue tu primer casting?
Pues recuerdo perfectamente el día de mi primer casting para una sustitución en el mítico Ballant, ballant…¡Y me dijeron que sí! Tuve la inmensa fortuna de empezar profesionalmente con este espectáculo y poder conocer a mucha gente de la profesión y, como se dice habitualmente, “meter la cabeza”. Al menos, dejarte ver. Desde entonces he intentado mantener ese pulso con esta profesión, estar, permanecer, no sacar la cabeza. Pero no es fácil, claro. Así que las veces que me han dicho que “no”, son todas las demás, quiero decir, que detrás de los “sí” hay muchos “no” pero al final en tu currículum, experiencia y carrera cuentan los primeros. Los segundos son el callo que siempre hay que ir limando para no tropezar.
-Te conocemos, principalmente, por tu papel en L’Alqueria Blanca. ¿Cómo fueron todos esos años de trabajo en la exitosa serie valenciana?
Pues aquellos primeros años de L’Alqueria Blanca fueron toda una locura de trabajo, disfrute y sí, no hay que tener pudor en decirlo, del éxito. A la gran mayoría nos pilló en una edad ideal para disfrutarlo al máximo y asentar nuestras carreras. Es cierto que, la gran mayoría también, ya llevábamos algún tiempo haciendo TV y teatro, pero la visibilidad de L’Alqueria te coloca en el siguiente nivel.
-Todos los valencianos recordamos con mucha pena el cierre de Canal 9 pero con el nacimiento de Àpunt, la cadena autonómica ha recuperado su gallina de los huevos de oro. ¿Cómo has vivido el retorno de la serie?
Pues en cuanto al retorno, yo ya no estaba en la serie justo antes del cierre de Canal 9. Pero tuve la ocasión de volver por unos capítulos en esta nueva etapa, y la verdad que para mí fue un salto muy grande en cuanto a años. ¡Imagínate! No sé calcular cuánto hacía que no me ponía en la piel de Tommy. Siempre con cariño por todos los compañeros y el equipo y aquellos años casi de “colegio mayor alqueriano.”
Aquellos primeros años de L’Alqueria Blanca fueron toda una locura de trabajo, disfrute y sí, no hay que tener pudor en decirlo, del éxito.
-Además de la televisión, en tu ADN como actor está muy presente el teatro. En las temporadas 2022-2023 te alzaste con el premio AAPV Mejor interpretación por La Tempesta. ¿Qué supuso para ti recoger ese galardón?
¡Pues una alegría máxima! Es un premio al que, además de por el reconocimiento de tu trabajo, se le tiene mucho cariño porque viene de las compañeras y compañeros. Y ni soñaba con conseguirlo además dos años consecutivos… Pues no tengo más que estar agradecido. Con mi personaje en La Tempesta disfruto mucho y he tenido la oportunidad y la suerte de poder lanzarme a jugar con él a tope gracias a Roberto García y al resto de compañeros y compañeras. Aunque suene a perogrullada, así da gusto trabajar, sobre todo para recordarlo cuando los tiempos no son tan amables.
-¿Qué tipo de personaje te gusta interpretar en el futuro?
Realmente no sé cuáles no. Al final, con los años y la experiencia, uno busca ser provocado por el trabajo y sentir que estás constantemente lanzándote al vacío. Y eso tiene que ver con el personaje que te toca, pero también con la manera de abordarlo. No hay límites, y encontrar la comodidad en esa incomodidad, además de que parezca una paradoja, es un poco el imput que busco. Luego podemos matizar con que tenga un buen arco, matices, viaje… Y que sea diferente al que vienes de interpretar.
-¿Cuál es el momento más difícil al que te has enfrentado en tu profesión?
Uf… pues fíjate que tengo la virtud o el defecto de olvidar fácilmente las cosas difíciles. Soy muy práctico. O hasta ahora no he vivido ese “momento más difícil”, ni falta que hace. Siempre hay días de trabajo en los que las circunstancias personales parecen superarte, y como no puedes evitarte a ti mismo en esta profesión, son días difíciles. Pero supongo que pasará en otras muchas profesiones.
Sin lugar a dudas, y en otros términos, el cierre de Canal 9 fue un golpe duro para toda la profesión, aquí el audiovisual siempre parece caminar por un cable de equilibrio. Y si añadimos la crisis en la que estábamos metidos, todo parecía derrumbarse, y en algunos casos se derrumbó realmente. Fueron tiempos muy duros, pero sigues luchando para seguir estando ahí.
-¿Y cuál considerarías el más pleno?
Pues quizá los momentos más plenos son los que llegas a casa después de trabajar y sentirte satisfecho. Para mí hay un estado ideal para el actor que es estar en constante movimiento. Las temporadas en las que se juntan TV y teatro, y algo más, son agotadoras, pero las más plenas. Siempre digo que los actores y actrices somos como cualquier otra profesión, queremos trabajar todos los días, como un electricista o un fontanero; en este proyecto y en ese también. No tendría sentido no luchar para que eso no sea así, y sin tener que pedir disculpas por ello, que a veces parece que se señale al que tiene la suerte de trabajar mucho, es absurdo. Sí a esto le añades un poquito de éxito, buena compañía y unos premios… ¡Pues pleno al quince!
-Hemos hablado de televisión y de teatro. Vamos con el cine. Has trabajado en cintas como Benidorm, mon amour y Coses a fer abans de morir. ¿Qué es el cine para ti?
El cine es un lugar muy sugerente para el actor, por los tiempos, la estructura de trabajo, el desarrollo de la producción. A veces necesitas una burbuja muy resistente para mantenerte en ese lugar desde donde quieres abordar tu trabajo, pero sin perder de vista nada de lo que pasa alrededor. Los detalles son fundamentales, es ese estado de alerta relajada constante. Y cuando todo va bien, sucede esa magia de la suma y encaje de todos los ingredientes que a priori puede costar ordenarlos mentalmente. Igual que miramos el cine y el teatro de maneras diferentes, sucede al trabajar en cada uno de ellos. Para descubrir el tesoro, en el primero tienes un mapa que recorrer y en el segundo muchas pistas. Lo importante es buscarlo con pasión y encontrarlo, claro.
-¿Te atreverías a dirigir una película?
Dirigir cine… uf… No me atrevo. Y mira que soy curioso, pero no me gusta caer en la osadía. Como actor he ampliado el terreno profesional casi de manera orgánica escribiendo y dirigiendo teatro, entre otras cosas, pero me cuesta decir que soy dramaturgo o director, respeto mucho los lugares de los profesionales.
-Dime un actor, actriz, película, director, banda sonora que te apasione o con quien te gustaría trabajar.
Esta pregunta cuesta tanto… Vemos tanto… En teatro con muchos: Blanca Portillo, Asier Etxeandia, Sergio Peris-Mencheta, Del Arco, de los de casa, con todos y especialmente con los que aún no he tenido oportunidad de trabajar.
Me apasiona desde hace un tiempo Stephen Graham desde que lo disfruté en The Virtues es como contemplar al león en la selva, instinto puro, entraña, hambre, depredar las secuencias. Todo lo último que he visto de Patricia López Arnaiz me parece una maravilla, desde un lugar tan honesto y completo. Y tantos nombres de aquí y de allí. Con todo el elenco de El Lobo de Wall Street casi que me quedaría a vivir. Yorgos Lanthimos, a ver si tienes algo para mí, jejeje… me flipa su mirada y salidas de margen. O Sorogoyen, u otra con Cristina Fernández.
Y BSO, Thomas Newman o Bingen Mendizábal. Mañana esta lista puede cambiar…
Los momentos más plenos son los que llegas a casa después de trabajar y sentirte satisfecho. Para mí hay un estado ideal para el actor que es estar en constante movimiento.
-Hemos visto que recientemente has resultado ganador del XXVI Premis Literaris Ciutat de Sagunt, en concreto, del XX Premi de Teatre ‘Pepe Alba’ por El pes de l’aigua. ¿Qué nos puedes contar sobre este proyecto?
Ha sido toda una sorpresa y una gran alegría. La escritura es una faceta que siempre ha estado más o menos presente. Tengo mucho respeto por esas otras facetas que esta profesión a veces te obliga a explorar, el síndrome del impostor es un mal de nuestro tiempo o de nuestra realidad profesional, pero me siento muy agradecido por este reconocimiento.
Es un proyecto que empezó hace cuatro años y aborda la lucha de las mujeres de El Palmar por conseguir formar parte de la comunidad de pescadores a la cual no tenían acceso por el hecho de ser mujeres. Una batalla judicial, social y familiar que se cuenta a través de una familia directamente implicada. Detrás de esta lucha, además, se destapan algunos silencios y secretos que estas normas patriarcales imponían a mujeres de distintas generaciones.
El próximo 26 de abril estaré en la Feria del Libro de Valencia y el día 28 haré una presentación con la presencia de dos estas mujeres pescadoras que consiguieron este hito pionero en la lucha feminista. Ojalá en escena en algún momento.
-Y para acabar, una de examen: ¿Qué consejo le darías a alguien que está empezando a estudiar o a trabajar para formar parte de esta profesión?
Es tan difícil dar consejos, y para esta profesión aún más. Porque cuando uno cree que está haciendo las cosas bien, hay un giro de guión en tu carrera y todo lo anterior se desmorona. La confianza en uno mismo es fundamental porque va a ser la que más se resienta. Si la comparamos con una selva, esta profesión te exige eso, resistencia e instinto para sobrevivir, pero sobre todo intentar que eso no se convierta en un obstáculo, sino que sea apasionante. Y eso es lo más difícil.
Nuestros particulares vaivenes han impedido que esta entrevista, que guardamos en el cajón más tiempo del debido viera la luz antes; así que si su protagonista nos lo permite, la cuidaremos siempre bajo llave en la lista de cosas que nos devolvieron la ilusión por seguir adelante con A2VOCES.
A ti, Manuel, te deseamos toda la suerte del mundo. Muchas gracias por querer formar parte de nuestro pequeño altavoz cultural para contar un poquito más de tu historia.
Entrevista: Carmen B. // Edición: Aixa V.