Barcelona del siglo XIV, La Catedral del Mar, antecesora de esta serie, se alza con toda su majestuosidad entre disputas, injusticias, amor, traiciones y búsqueda de la verdad. Os presento hoy Los Herederos de la Tierra la nueva ficción española protagonizada por Yon González, Hugo Llor, Elena Rivera, Caterina, Rodolfo Sancho, Bernat Estanyol, y Natalia Sánchez, Marta, entre otros nombres como Pedro Casablanc, una brutal Mercedes León como la criada Barcha y una impactante María Rodríguez, Regina, que ya me dejo sin palabras en el Ministerio del Tiempo con su interpretación de la Vampira del Raval.
Esta ficción de ocho capítulos (aviso, hay algún spoiler) cuenta la historia de Hugo Llor, un niño de 12 años que pasa la mayor parte de su vida en la calle. Aunque su día transcurre en los astilleros, su sueño es convertirse en un artesano de la construcción naval, pero su destino es incierto. A pesar de que su madre se ve obligada a alejarse de él, Hugo no se queda solo, ya que cuenta con el apoyo y la protección de un respetado anciano llamado Arnau Estanyol, Aitor Luna, el gran constructor de la Catedral del Mar, historia sacada de la novela de Ildefonso Falcones, antesala de esta serie de la que os hablo hoy.
‘La Catedral del Mar’ se considera la antesala de la nueva serie de Netflix, ‘Los Herederos de la Tierra’.
Tras la muerte del rey de Aragón, los Puig, la familia archienemiga de los Estanyol, reciben la gracia del nuevo gobernante y deciden vengarse de Arnau. Cuando su hijo Bernat intenta vengarse del final que corren sus padres, es condenado y enviado a un barco que se hunde. Años más tarde, en Los Herederos de la Tierra, Hugo consigue sus propias tierras y Roger Puig le ofrece trabajar en la bodega de su palacio. Aunque no está seguro de aceptarlo, lo hace cuando descubre que le ha ocurrido de verdad a Bernat Estanyol. Mientras ocurren todos esos hechos, Hugo, que siempre estuvo enamorado de la joven Dolça, decide tomar en matrimonio a Regina, que esconde su verdadera forma de ser tras una gran mascara.
Tras años de un matrimonio infeliz, Hugo, harto de Regina, de sus ambiciones y de lo que es capaz de hacer por poder y de lo que le enseña a su hija Mercè, realiza un giro inesperado en su vida, algo que repercute en demasía a su hija. Mientras, Bernat Estanyol, se convierte en almirante y venga a sus padres. Como Hugo ayudó en la caída de sus enemigos, el hijo de Arnau se ofrece a cuidar de su hija y libera a la esclava Caterina, papel clave a partir de este punto. Esto último enfada a Regina, que jura vengarse. A partir de ahí, la serie entra en una espiral de guerras, venganzas, lucha entre nombres poderosos de la ciudad, matrimonios concertados e inesperados, en los que no faltan la tensión capítulo tras capítulo, y en los que, a veces, hay que apartar la mirada por lo explícito de su escenas.
No faltan la tensión capítulo tras capítulo, en el que, a veces, invita a apartar la mirada por lo explícito de su escenas.
Personajes fuertes, diseño de producción y fotografía impecables, así como muchos giros y vueltas de guion ayudan a que la serie sea disfrutable incluso en los momentos más pesados. La revancha se convierte en uno de los ejes de las ocho emisiones, al igual que el drama, la pasión y la pérdida que enfrentan sus protagonistas, en medio de una destacada recreación de época y buenas actuaciones.
Sin duda, esta miniserie, es perfecta para hacer un maratón de fin de semana o un maratón en días de gripe, como me ocurrió a mí. No dejéis de verla.