5 días y más de 4300 personas entre las que me incluyo, hemos podido disfrutar del Mayday & Stay Tour de Pablo López en Valencia, que terminó el pasado domingo, con un ‘UNIKORNIO’ con acento malagueño y volando libre sobre el cielo de Valencia, a ritmo de piano y aplausos de un público entregado.
Los humanos tenemos el don de fijarnos en aquello que nos agita y nos revuelve. Somos expertos en abrazar lo que nos hace pasar de la alegría a la tristeza y viceversa en cuestión de segundos, ¿verdad? Pues algo parecido ocurre en un concierto de Pablo López que pasas de la euforia a la emoción, de la risa al llanto, de las ganas de que llegue el día, a no tener ganas de que el día acabe.
Y es que al final, así son los buenos un conciertos: un estado vital en sí mismos.
El Mayday o la euforia y el Stay o la calma, mandaron en las casi dos horas que duró el espectáculo, y en el que no faltaron las sorpresas. Que se lo digan a Nuria y Matías, dos ‘peques’ con un unicornio en forma de globo y pancarta en mano, a los que el músico les dedicó varios minutos de gloria y ternura, y que de alguna forma, nos llevaron a todos a esa ilusión del primer concierto de nuestra vida.
Tampoco nos esperábamos la aparición estelar de Antonio Orozco, que para gozo y disfrute de los asistentes y del propio Pablo, nos deleitó con un trocito de Estoy Hecho de Pedacitos de Ti, junto a su amigo, casi desde el susurro y al unísono de todos los que estábamos allí, dejándonos la voz en un momento que al menos para mí, ya es historia en mi corazoncito. ¡Vaya par!
Hay canciones que son himnos y que nunca faltan en el repertorio como Tu Enemigo, Dos Palabras, El Mundo o Lo Saben Mis Zapatos, pero parte del protagonismo de este concierto diferenciado en el May con la banda a todo tren y el Stay, con la intimidad del piano, se lo llevaron los temas que componen Unikornio, Once Millones de Versos Después de Ti, el último de sus discos, y quizás el más intenso a nivel musical y compositivo de su carrera.
Este álbum es un auténtico viaje por dos estados de ánimo que se diferencian en el tipo de letra, y la forma en la que están producidos e interpretados los temas, con recursos muy recurrentes como el falsete de las primeras pistas, o la base orquestal obra de la London Metropolitan Orchestra.
Parte del protagonismo de este concierto diferenciado en el May con la banda a todo tren y el Stay, con la intimidad del piano, se lo llevaron los temas que componen Unikornio, Once Millones de Versos Después de Ti.
Temas como KLPSO 2, Tempo o MamáNo, son pura atmósfera emocional y musical, que nos sirve como pretexto para llegar a una segunda parte con ritmos menos épicos y más pegadizos como Mariposa, y referencias a temas míticos como Vi, que por cierto, se llevó otra de las grandes ovaciones de la noche. Tan grandes, como las luces que iluminaron La Niña de la Linterna, y el espectáculo único que nos regaló uno de los mejores músicos y compositores que tiene este país, y que culminó con un homenaje a sus inicios con El Invierno Nos Guarda o La Mejor Noche de Mi Vida dedicada en vivo y en directo a su amigo Javi.
Meses antes del concierto, le decía a mi chico y mitad de lo que soy, que habíamos tenido suerte con esta nueva forma de encarar la gira en formato íntimo, porque Pablo López es uno de esos artistas a los que hay que ver una vez en la vida en la intimidad de un auditorio, cara a cara, y sin perder detalle de su virtuosismo con el piano, de la forma en la que siente sus canciones, de la complicidad con su equipo, o de la manera que hace participe al público de su vida a través de sus reflexiones.
Para él era la primera vez, para mí la segunda, y mi amiga Coral que nos acompañaba en la velada, ya no lleva la cuenta de tantas veces que lo ha visto en directo; así que algo tendrá este ‘loco’ de la música que además de emocionar, es capaz de crear a reincidentes del mejor arte.
Ojalá el UNIKORNIO vuelva a sobrevolar Valencia pronto.
Pablo López es uno de esos artistas a los que hay que ver una vez en la vida.
1 Comment
No me canso de decirte lo bien que escribes amiga. Pablo López debería de leer tu post, seguro que le encantaría.