He contado varias veces en anteriores post que la primera vez que pisé un teatro me temblaron las piernas de la emoción. No sé muy bien si fue lo espectacular de aquel musical repleto de luces, sus bailarines con aquellas volteretas imposibles, las canciones pegadizas, los actores excelentes, o la sensación de refugio que tuve cuando me senté en la butaca, pero desde entonces, utilizo el teatro como la terapia que todo lo cura nada más se abre el telón. De hecho, y después de tantos años, sigo disfrutando de los musicales como una enana, me engancho a las escenas como si las hubiera escrito, y hasta creo que he desarrollado cierto criterio que me ayuda a detectar cuando un proyecto es especial.

Así que con esto y aprovechando que abrimos nuestro #CajónCulturalA2Voces, hoy quiero escribirte sobre El Orden de las Cosas, una pieza impulsada, escrita y dirigida por la creadora y actriz Marta Belmonte, y producida por LaBLÚ Producciones. Gracias a Eva Rufo y la cita efímera que son las stories de Instagram, descubrí el proyecto de Marta, lo que me hizo pensar que de alguna manera, el algoritmo sabe que las mujeres talentosas valen oro y que el «teatro valiente» ya se ha convertido en todo un género. O sino que se lo digan a la propia Eva y su átomo.

‘El Orden de las Cosas’ es una pieza impulsada, escrita y dirigida por la creadora y actriz Marta Belmonte, y producida por LaBLÚ Producciones.

Combinando texto, ideas o audiovisual, entre otros elementos, El Orden de las Cosas se plantea como una pieza que trasciende de lo que entendemos como teatro convencional para ofrecer al espectador una experiencia sensorial, emocional y tangible, a través de las vivencias e historias de un personaje principal, al que acompañan los cuerpos en movimiento de Irene Escalada, Marcos Zhang, Juanjo Torres, Romina Michelizzi y Luis de Sannta, formando un elenco multidisciplinar que como excepción, aquí sí, se salta el orden de las cosas, para mezclarse en un cóctel creativo sin tiempo para las imposiciones intelectuales ni los prejuicios, y con el fin de poner en valor todo lo bueno y bonito del arte visual y documental, voz y cuerpos expresivos que no quieren etiquetarse en movimiento o danza, y por supuesto, la interpretación.

Podríamos definir El Orden de las Cosas con términos como poesía, redescubrimiento, inmersión o autoconocimiento, pero si hablaba unas líneas más arriba de «teatro valiente», es porque aunque nos parezca utópico, del arte también se puede (y se debe) comer, y por ello, otra de las particularidades de esta pieza es su vía de (co)financiación mediante una campaña de crowfunding, que acaba pasar a segunda ronda con el importe mínimo ya superado, y que a día de hoy, está en pleno proceso de alcanzar un presupuesto óptimo para cubrir las necesidades económicas que requiere el proyecto, a través de aportaciones que van desde los simbólicos 2€ hasta los 1000€, con una variedad de recompensas y el gozo -doy fe- de contribuir a que salga adelante.

‘El Orden de las Cosas’ se plantea como una pieza que trasciende de lo que entendemos como teatro convencional para ofrecer al espectador una experiencia sensorial, emocional y tangible.

‘El Orden de las Cosas’ se co-financia a través de la plataforma crowfunding Goteo.org. Fotografía de Luz Soria. Fuente: https://www.goteo.org/project/el-orden-de-las-cosas

Desde que pusimos la primera piedra en el blog, o mejor dicho, desde que escribí la primera palabra en este pequeño rincón, entendí que nuestro objetivo era dar voz a proyectos y personas que inspiran, pero sobre todo, poner en valor a los creadores que se  mueren de ganas, se atreven y no desisten. Marta Belmonte, su equipo y El Orden de las Cosas tienen todo eso, y van a mostrarlo todos los sábados y domingos del próximo mes de junio en el espacio cultural escénico Nave 73 de Madrid. ¿Les echamos un cable?

*La fotografía principal es de Luz Soria. Fuente: https://www.goteo.org/project/el-orden-de-las-cosas