¿Por qué habéis venido a verme? ¿Por Sé lo que hicisteis o porque estuve en un psiquiátrico?
Así da comienzo #103 noches, el mónologo del periodista Ángel Martín que tuve el placer de ver y escuchar el pasado sábado 2 de abril. Después de haberme leído su libro Por si las voces vuelven, no podía dejar pasar la ocasión de visitar el Teatro Olympia y disfrutar de su espectáculo.
Hablemos primero del mónologo. En él, el humorista, narra diferentes anécdotas de su vida centrándose en la pandemia. En hora y media de risas sin parar, Ángel Martin nos cuenta sus 103 noches de confinamiento con, obviamente, el COVID como protagonista. Monólogo fresco y de actualidad donde la burla se centra en ese duro periodo que pasó en soledad. “Esas 103 noches me han servido para pensar en todo, 103 noches donde la distracción la conseguía por mí mismo”, “nadie estaba preparado para esto, yo me hubiese fiado del político que dijese oye mira, que no tengo ni puta idea de lo que está pasando, ahí os lo dejo, no del que cree que lo tiene controlado”, comentaba.
Ángel habla como escribe y escribe como habla: rápido, brusco, sin tapujos, directo, sin censura ninguna y, con unos silencios, que te atrapan. “103 noches ha sido el tiempo que he pasado teniendo que pasar confinado conmigo mismo, 103 noches sin ninguna distracción excepto las que yo me provocara, 103 noches donde he podido pensar largo y tendido sobre absolutamente todo, 103 noches en las que he puesto toda mi atención en prestar atención a como somos, 103 noches que han servido para tomar una de las decisiones más importantes que he tomado nunca”. Espectáculo magistral totalmente recomendable. Hasta aquí la parte que te provoca dolor de mandíbula y alguna lágrima divertida.
Ángel habla como escribe y escribe como habla: rápido, brusco, sin tapujos, directo, sin censura ninguna y, con unos silencios, que te atrapan.
Ahora, voy a hablaros de ese libro que está arrasando en las librerías. Por cierto, uno de mis regalos más preciados de la pasada Navidad. Un pedazo de texto en el que Martín se abre en canal y cuenta sin pelos en la lengua como llegó a ingresar en un psiquiátrico.
Por si las voces vuelven describe como el periodista estaba loco y no lo sabía. Lo cuenta todo: desde cómo empezaron esos pensamientos, su evolución, cómo viajaba a otros planetas en nave espacial, cómo hablaba con un señor de gris, cómo publicaba palabras y frases sin sentido en sus RRSS, cómo gente de su entorno empezó a avisarle de lo que ellos veían y creían que le estaba pasando, cómo llegó el día en que acabó yendo al hospital, cómo tuvieron que hacer que se quedara allí, cómo acabó atado a una cama y sedado, cómo fue todo a partir de ese momento. Cómo entró y cómo salió: “Porque no dudes que se sale, es jodido, pero se sale”.
En los capítulos que completan esta novela autobiográfica habla de lo importante que es contar las cosas. Habla de que hay que apartarse de esas personas que minimizan tus problemas, que no creen que aquello que sientes o piensas. Habla de apartar a la gente que te dice que lo que te ocurre te lo provocas tú, de la gente que no te ayuda y sobre todo de aquellas que te dicen que no necesitas ayuda.
En muchos capítulos vi reflejada a gente que conozco, incluso me vi reflejada a mí. Este libro te hace despertar, hacerte muchas preguntas, replantearte muchas situaciones, ver que para sanar, igual has de alejarte de ciertas personas y momentos. Es un relato muy duro, y a la vez, un relato lleno de humor.
En los capítulos que completan esta novela autobiográfica habla de lo importante que es contar las cosas. Habla de que hay que apartarse de esas personas que minimizan tus problemas, que no creen que aquello que sientes o piensas.
En definitiva, Por si las voces vuelven es un recorrido muy enriquecedor por el periodo de vida de alguien a quien hemos conocido mucho desde fuera pero nunca desde dentro. Es la demostración sincera y viva de que nunca sabemos qué proceso interno está pasando la persona que tenemos al lado, delante. Es la experiencia personal de una persona que ha vivido mucho dentro de sí mismo, hasta niveles extremos, y que ha podido salir de ahí para contárnoslo.
Qué importante es contar las cosas, y qué bien que Ángel Martín haya podido hacerlo. Ojalá más gente lo hiciera. Al final de la función tuve la suerte de charlar con él, darle la enhorabuena, las gracias y llevarme a casa su libro firmado. Estaba encantado de haber visitado Valencia. Gracias por ser tan valiente.