La protagonista de la siguiente entrevista llega desde la cocina de La Promesa.
Esta “chica Almodóvar” nos regaló una fantástica charla en la que nos contó cómo se prepara cada papel que interpreta, alguna curiosidad de la serie de RTVE que está rompiendo esquemas, y hasta como llegó a compartir secuencias con la mismísima Penélope Cruz en la película Madres Paralelas.
En su palmarés como actriz, Carmen cuenta con una Biznaga de Plata del Festival de Málaga por su interpretación en Mi Querida Cofradía de Marta Díaz, y lleva a sus espaldas numerosas apariciones en series como La Reina del Sur o Señoras del Hampa. Ahora, conquista a los espectadores cada tarde con su entrañable papel de Simona, la cocinera de La Promesa; aunque si hablamos de sueños, la intérprete manchega se aleja de los fogones y la pequeña pantalla, para adentrarse en una sala de teatro, que quizás algún día lleve su nombre y sello.
No dejéis de leer el texto tan bonito que ha quedado después de ese ratito que pasamos con Carmen Flores Sandoval una mujer que vive por y para la interpretación desde la humildad y muy especialmente de la humanidad. ¡Vamos con ello!
-Siempre solemos empezar con la misma pregunta para situar a las lectoras y lectores: ¿Quién es Carmen Flores Sandoval?
Es una mujer de Albacete que llegó a Madrid muy jovencita para estudiar interpretación y aquí sigo.
Empecé en el instituto. No teníamos grupo de teatro y decidimos iniciarlo. Conocí a mucha gente, entre ellos a Gabriel Olivares, director de teatro, y a partir de ahí comencé a meterme en el mundo. Fuí probando escuelas. Iba a ellas y entraba a preguntar si podía ver como trabajaban y me dejaban entrar a ver.
Al final me apunté a la que más me gustó, una que ya no existe, que estaba detrás del teatro Apolo. Esa fue la primera escuela, pero la profesión del actor tiene que estar en constante formación y he estado haciendo cursos, técnicas, todo lo que hubiese para poder mejorar. Cada maestrillo tiene su librillo y el actor, cuanta más cosas conozca y más mundos haya tocado, más herramientas tendrá para trabajar.
-Has trabajado en teatro, en cine, con Pedro Almodóvar, en televisión…¿Cuál de todos esos trabajos te ha marcado más?
Muchas. Hay una obra de teatro que se llama Qué vaya bonito que es muy especial. Cuando vivía en Barcelona, con unos compañeros, decidimos montar una compañía de teatro que se llamaba Teatro de Cerca, en la que hacíamos obras en las casas de la gente. El espectáculo que montamos marcó un antes y un después en la compañía y en nuestra vida personal. Era algo muy diferente. Representaba una fiesta de despedida de un personaje en la cual la gente no sabía que asistía a una obra, pensaba que estaban en una fiesta y los actores salían de entre el público. Esa obra me abrió la mente a nivel personal y vi en mí una capacidad de trabajo y desarrollo que desconocía hasta el momento.
En cine, la película Mi querida cofradía marcó un antes y un después a nivel visibilidad. Conocí a su directora, Marta, en sus inicios como directora de cortos. Ella y la productora pensaron en mí para hacer el personaje de Juana. La película funcionó muy bien en el Festival de Málaga y se me empezó a ver. Gracias a ella me dieron el premio Biznaga y de ahí hacia arriba, hasta trabajar con Almodóvar, que era el sueño.
-Háblame de ese sueño.
Ese sueño que tienes cuando ves en el cine Mujeres al borde de un ataque de nervios y dices, algún día estaré en alguna película como esa y llegó el día. Me vi rodeada de Pedro Almodóvar y Penélope Cruz. ¡Por favor pellizcarme! Pensaba que no era real, pero sí lo era.
Cada maestrillo tiene su librillo y el actor, cuanta más cosas conozca y más mundos haya tocado, más herramientas tendrá para trabajar.
-¿Recuerdas el momento en el que te dijeron vas a trabajar con Almodóvar?
Mi representante me llamó y me dijo: Carmen siéntate. ¿Te acuerdas de aquella prueba que hiciste que no sabíamos para qué era? Pues te han cogido, y es para la próxima película con Almodóvar y tus secuencias son todas con Penélope Cruz, y no puedes decir nada hasta que sea oficial. Estuve tres meses aguantando el secreto, queriéndolo gritar desde el primer momento.
Fue maravilloso trabajar con ellos. En un primer contacto dije guau, estoy con Pedro Almodóvar, pero después ya me puse a sus órdenes y fue como estar con otro director, como trabajar con cualquier persona. Él y yo tuvimos mucha conexión manchega. Le hacía propuestas y me las compraba. Quería exprimir cada segundo y lo hice. Fue súper cercano y Penélope maravillosa, muy generosa y encantadora.
-¿Cómo preparas tus personajes?
Me preparo muy bien el texto. Los personajes tienen que estar muy bien definidos y bien escritos. Los ensayos son imprescindibles. Yo siempre estoy también muy abierta a puntualizaciones en el personaje. Cuando te dan un papel ya saben que el matiz que necesita ese personaje tú se lo vas a dar.
Es diferente ensayar para una película que ensayar para una serie. Antes de comenzar a grabar como Simona en La Promesa estuve un mes de ensayo, en el cual el personaje te va poseyendo. Si es teatro son muchos meses de preparación. Hay que estar abierto a las propuestas del director y de cualquier compañero.
-Vamos a hablar de Simona. ¿Qué tiene ella de ti y tú de ella?
Cuando leí la separata para hacer la prueba pensé: este personaje lo han escrito para mí.
Simona tiene esa ternura y esa cercanía, ese amor maternal, que yo tengo mucho con mis amigos y conocidos. Simona es una gallina clueca que a todos abraza, como yo. Con respecto a la cocina, no soy una gran cocinera como ella, pero me he preocupado en aprender a cortar bien, pelar, a probar en la mano, a saber cómo se gestionaba una cocina en aquella época. Me he documentado mucho para aprender esos truquitos tradicionales y caseros.
-¿Cuántas horas pasas en esa cocina? ¿Cómo se trabaja en La Promesa?
Bastantes. Hay días que me recogen a las siete de la mañana o antes y termino de grabar a las siete de la tarde. Tiene que salir un capitulo al día entonces hay mucho trabajo. Se trabaja en dos platós, en uno se graban las secuencias del servicio y en el otro las secuencias de la gente noble.
-Venga, danos un adelanto: ¿Qué le va a ocurrir a Simona? ¿Conocerá por fin a su hijo?
Eso mismo pregunto yo al productor y me dice que, cuando la gente deje de preguntar, aparecerá.
Simona tiene mucha mochila y mucha carga. En cualquier momento puede aparecer su hijo, su marido, la prima que cuidó a sus hijos. Puede aparecer mucha gente del pasado para crear trama. Simona es un personaje clave en la vida de los marqueses. Como dice una amiga mía, Simona es los cimientos del palacio. Ahora la vemos con Virtudes, adaptándose. Ella también tiene su mochila, así que a ver cuándo la abra que nos depara.
-Durante toda tu carrera profesional, ¿Cuál es la escena más complicada y la más bonita que has hecho?
Complicada, o con riesgo, en la serie La reina del sur. Fue en una pelea con gente que entraba en una casa y, trajeron a una especialista para la lucha que parecía mi hermana pequeña, así que decidí hacerla yo, con toda la seguridad de colchones etc. En Mi pequeña cofradía tuve que rodar con una sartén en llamas en un plato lleno de madera, cortinas etc, que no era demasiado difícil, pero era un poco peligroso.
Con más cariño recuerdo una secuencia en Madres paralelas. Era una secuencia muy sencilla, en la que el personaje de Penélope Cruz le está haciendo fotos a su hija. Yo entro en escena para darle un paquete, y le pregunté a Pedro si podría decirle una expresión manchega a la niña. “Mírala, es más bonica que un gorrino” es una expresión que mi familia ha usado siempre. Añadimos la reacción de Penélope a ese comentario y una respuesta mía. Después, vi esa secuencia en el cine con mi madre y para mí fue muy especial que una expresión que ella usaba estuviese en la pantalla grande y ella la viese dicha por mí en una cinta de Almodóvar. Fue un momento muy entrañable.
-¿Y en La Promesa?
En La Promesa hay dos secuencias muy especiales. Una fue de las primeras que hice, cuando murió el señorito Tomás. Yo estaba sola en la cocina pelando patatas y entra Doña Pía, mi querida María Castro, a hablar conmigo y consolarme. Cuando terminamos vimos como todos los cámaras se habían puesto a llorar. Fue un momento muy bonito porque además trabajar con María es maravilloso.
Tengo otras muy chulas pero destacaría también la que tuve con la señorita Catalina, cuando después del incendio ella está a punto de morir, y entro a hablar con ella, a recordar tiempos en los que era pequeña, a hablar de que me pedía para comer. Estaban allí los personajes de Martina y Curro, mirando con cara de pena, que acrecentaba la emoción del momento.
También tengo muchas secuencias divertidas en la cocina con Lope y con Candela. Recuerdo sobre todo el momento de la pelea en la cocina cuando estamos preparando el menú para la boda de Doña Pía.
Cuando leí la separata de «La Promesa» para hacer la prueba pensé: este personaje lo han escrito para mí.
-En esa cocina ocurre de todo…
La verdad es que sí. Nosotros nos llamamos las supernenas. Nos lo pasamos genial. Tanto Enrique como Teresa, Lope y Candela, son muy divertidos. Es un disfrute compartir escenas con ellos.
-¿Cuál es tu personaje favorito de la serie?
Hay un personaje que por edad no puedo hacer, pero que me encanta, y es el de Jimena de los Infantes. Paula lo ha llevado a un arco maravilloso. Empezó como una mujer florero y ahora ha llegado a un recorrido muy potente. Tiene muchas aristas, es muy dulce pero tiene un fondo complicado.
Por otro lado Petra Arcos y la Marquesa. Un personaje malvado atrae porque te da la posibilidad de hacer cosas que no haces habitualmente. A pesar de todo estoy contentísima con mi Simona, porque es maravillosa. La gente me para en la calle y me dice que soy la madre de todos los españoles. Ella es tierna y entrañable a la vez que noble. Es un poco cobarde, pero tiene a Candela que la echa hacia delante. Ellas son la pareja de La Promesa, nada de Jana y Manuel…¡la pareja de la serie son ellas!
-Dime un actor/actriz y un director/directora que te apasionen
Actrices, me encantan Blanca Portillo, Elvira Mínguez y Adelfa Calvo. Actores, Me gustan mucho Javier Gutiérrez, Daniel Grao, Javier Cámara. Y si tuviera que citar dos directores, Bayona e Isabel Coixet.
-¿Qué tipo de película te gustaría protagonizar?
Me encantaría hacer una comedia musical con toques románticos.
-Vamos con la última: un sueño cumplido y uno por cumplir
Un sueño cumplido, trabajar con Pedro Almodóvar. Espero que ese sueño se vuelva a cumplir pronto.
Y un sueño por cumplir, tener una sala de teatro propia.
Trama Films nos ha dado la gran oportunidad de hablar con Carmen Flores Sandoval, una actriz que me hizo sentir como en casa. Le agradecemos a ella y a sus representantes la gestión de esta entrevista.
Y a vosotro/as os animamos a seguir la pista de esta mujer y pedazo de actriz que todavía tiene mucho que mostrar delante de las cámaras, las tablas y la gran pantalla, no solo en La Promesa sino en todos los proyectos que se le pongan por delante. Qué bien cuando se está bien…¡gracias infinitas, Carmen!
Entrevista: Carmen B. // Edición: Aixa V.