Ya se sabe que el verano, entre chapuzón y sombrilla, es la época perfecta para disfrutar de un buen maratón de nuestra serie favorita, esa que siempre será nuestro lugar feliz. Aunque también es la época perfecta para dejarnos llevar por los amplísimos catálogos de las plataformas, y abrir los brazos a nuevos títulos que nos cautiven desde el primer capítulo.
Yo, por mi parte, el verano de 2023 siempre lo recordaré por haber recibido el regalo más inolvidable de mi vida -gracias, cariño- y por haber hecho pleno de series que me han gustado muy mucho, cada una en su género y con su particular historia. ¿Quieres saber cuáles son? ¡Vamos a ello!
Poquita Fe es la gozada hecha serie. Con doce capítulos que duran alrededor de quince minutos cada uno, esta original ficción creada y dirigida por Pepón Montero y Juan Maidagán disponible en Movistar+, narra el día a día de la pareja formada por Ramón y Berta, a los que dan vida los actores Raúl Cimas y Esperanza Pedreño acompañados de sus respectivas familias, amigos y compañeros de trabajo, entre los que encontramos a Chani Martín, María Jesús Hoyos, Juan Lombardero, Marta Fernández-Muro o Enrique Martínez, entre un largo elenco que está en estado de gracia durante toda la serie.
Como digo, la trama nos cuenta cómo es la vida de Ramón y Berta en pareja y con sus entornos más cercanos, pero sobre todo, hasta que punto el aburrimiento cotidiano puede ser el mejor argumento para hacernos reír. En Poquita Fe, la vida es lo que pasa, y en ello se regocija un guión sencillo y sin florituras cuya intención es apelar a nuestro sentido del humor. Hay escenas que son sencillamente hilarantes, gracias a la naturalidad de las interpretaciones por parte de los fantásticos actores que han dicho sí a este sarao tan particular.
En materia de estilo y como elemento más original, resalta la ruptura de la cuarta pared integrada en la serie de forma algo distinta a lo que estamos acostumbrados, con un montaje súper dinámico entre las secuencias de las acciones en sí, con los planos de los personajes mirando a cámara y dirigiéndose al espectador y a ellos mismos, con el objetivo de aprovechar los recursos narrativos dándoles una vuelta de tuerca y hacer de Poquita Fe un tesoro de nuestra comedia actual.
En ‘Poquita Fe’, la vida es lo que pasa, y en ello se regocija un guión sencillo y sin florituras cuya intención es apelar a nuestro sentido del humor.
Idris Elba encabeza el reparto de Secuestro en el aire, la miniserie que ha arrasado el verano en Apple TV+. El argumento, tal y como dicta su título, versa sobre el secuestro del vuelo KA29 de una aerolínea británica en el trayecto Londres-Dubai. Durante este viaje, de una duración de siete horas narradas en tiempo real, suceden diferentes acontecimientos que nos mantendrán bien pegados al sillón y en suspense máximo hasta su desenlace.
Además de un buen thriller con todos sus ingredientes, Secuestro en el aire plantea preguntas éticas interesantes sobre el comportamiento de las altas esferas políticas en la resolución de conflictos de este tipo, e incluso en la no siempre moral capacidad de elección del propio individuo ante el peligro. Conviene apuntar que si bien Idris Elba en el papel de Sam Nelson está fantástico como protagonista, es cierto que la miniserie peca, en ocasiones, de querer mostrar en exceso el discurso del gran héroe, y desarrollar poco los arcos narrativos del resto de personajes, que sobre el papel, pueden resultar incluso más interesantes que el del propio Sam.
A nivel técnico la serie está cuidada hasta el más mínimo detalle, especialmente en las partes del avión, con planos cortos que nos sitúan directamente en el dolor de los pasajeros, y en el drama, que por su parte, también viven los secuestradores, además de un buen manejo de las acciones y del tempo del discurso. Vamos, que vas a tener bien de cliffhangers si te animas a verla.
Además de un buen thriller con todos sus ingredientes, ‘Secuestro en el aire’ plantea preguntas éticas interesantes.
No exagero si digo que el de La Vespa es el mejor papel que le recuerdo a Patrick Criado en toda su carrera como actor desde que apareciera en Águila Roja o La Gran Familia Española por citar algunos de sus títulos mas conocidos. Pero además de Criado, el reparto de esta serie tan diferente a las demás, está encabezado por Miquel Fernández -excelso, por cierto-, Marcos Ruíz, Raúl Prieto, Jorge Usón o Javier Ruesga; y cuenta también con la participación de Roberto Álamo, Israel Elejalde, José Luís García Pérez, Jorge Perrugoria, Carolina Yuste o Ana Wagener, cada cual más inspirado para la causa.
Las noches de Tefía cuenta la historia de un lugar oscuro situado en Fuerteventura, que, en su versión más ligera, tenía el nombre de Colonia Agrícola Penitenciaria de Tefía, pero que en su realidad, era un campo de concentración franquista que reclutaba a los condenados por la Ley de vagos y maleantes, incluidos los homosexuales, entre los años 1954 y 1966. Así, la trama de la serie navega en el día a día del horrible escenario en el que están sumidos los reclutas con la magia del Tindaya, un music hall sin censura y abierto a la libertad, que no es más que un truco imaginario de los presos para sobrevivir a la cruda realidad.
Contraste es la palabra que mejor define lo que vemos en pantalla, y todo lo que ocurre en los diferentes mundos que forman parte de esta serie, cuyo objetivo es remover la conciencia y el corazón a partes iguales. Un contraste, por cierto, del cual somos testigos durante los seis capítulos que conforman la temporada, no solo en cuanto a la trama con sus respectivos saltos temporales y viajes entre el pasado, el presente y el universo imaginario, sino también en lo que a su propuesta fotográfica y escénica se refiere. La técnica se abre paso en el uso del blanco y negro como recurso brillante para enfatizar la época a la que nos enfrentamos y el sometimiento que padecen los presos del campo de concentración con secuencias que ponen los pelos de punta, en contraposición a los tonos pastel y las luces que sobresalen del escenario del Tindaya y en cómo los personajes forjan su personalidad a través de sus alter ego más atrevidos.
En definitiva, Las Noches de Tefía es un cabaret televisado con un gusto exquisito, pero sobre todo la excusa perfecta para tomar conciencia de que hubo un tiempo en el que la libertad tenía un precio muy caro. Súper recomendable y disponible en Atresplayer Premium.
Contraste es la palabra que mejor define lo que vemos en pantalla y todo lo que ocurre en los diferentes mundos que forman parte de esta serie cuyo objetivo es remover la conciencia y el corazón a partes iguales.