Sargento de Hierro es una de las canciones más bellas que se han escrito en castellano, fruto de la sensibilidad de Nina y su grupo Morgan, que ahora, vuelven a los escenarios con su nuevo disco The River And The Stone.
Después de North (2015) y Air (2018), Morgan nos presenta un nuevo álbum que mantiene su esencia musical de siempre, planeando sobre el cielo del rock, el soul, y por supuesto el folk, como algunas de sus señas de identidad más reconocibles. Todo, sobre una baraja de sonidos atmosféricos en un trabajo que se ha gestado con calma, y cuyo objetivo es poner en el mismo punto la labor instrumental con la vocal para que lo disfrutemos a primera escucha.
The River And The Stone nos propone un trayecto que comienza con Hopeless Prayer en un pulso musical entre Nina y la base de teclados con la irrupción de los coros, y el anticipo de lo que vendrá en las siguientes pistas jugando entre las luces, las sombras y la oscuridad.
River pisa fuerte como uno de esos temas que prometen levantar al público en la gira que llenará los auditorios y teatros españoles el próximo invierno, y que pide paso como caballo ganador. Las palmas, el punto festivo que transmiten los coros y el desvío hacia un rock más puro, levantará de la butaca a más de uno, y servirá como comunión perfecta entre banda y público. La canción así lo vale.
No abandonamos la guitarra y la experimentación con los teclados de WDYTYA? uno de mis cortes favoritos, que abandonan la estela festiva de River en una propuesta más tenebrosa, y sin embargo, 100% efectiva a nivel vocal. Es una delicia que no pasa desapercibida si te gustan las canciones que plantean idas y venidas dentro del mismo tema.
Con On and on (wake me up) nos acercamos al pop tradicional, que aunque a mi gusto no destaca, es la antesala perfecta para Paranoid Fall, la canción más contundente y rockera del álbum, como catarsis del aluvión de ritmos que es este disco tan trabajado desde dentro. El solo de guitarra es una bomba que hace del movimiento un arte.
Confirmamos eso de que después del chaparrón -perfecto de Paranoid Fall– llega la calma, y abrimos la veda de las baladas con A Kind of Love suavizando el ambiente en una propuesta que pone en valor el trabajo de los músicos, logrando la unión perfecta entre instrumentos, con un final que se viene arriba, y que da paso a la tan esperada cita en castellano de Un recuerdo y su Rey, que valga la redundancia, nos recuerda lo bien que se defiende Morgan en castellano y la sensibilidad de Nina en la composición, con un efecto similar al de Sargento de Hierro pero con una nueva historia que contar. No sé si algún día la banda apostará por sorprendernos con un disco entero en castellano, pero lo que puedo vaticinar es que nos sabría a gloria.
Late es el tema más experimental y magnético del disco. La canción que nos adentra en las tinieblas de este bosque inventado, con el protagonismo de la percusión y la intención de ser el hilo conductor de un cierre que empieza con Alone, un atrevidísimo primer adelanto de The River and The Stone con Morgan saltándose las normas de la industria apostando por un tema de siete minutos, y dándole lugar a la música hecha desde la intimidad. Primero piano y voz, después un combinado de batería lejana, coros, eléctrica y todo lo bueno que tiene una canción. La pista nueve que es de diez, y que da la bienvenida a Silence Speaks, cerrando el círculo que empezaba con Hopeless Prayer y colocando a lo nuevo de Morgan en la lista de mejores discos del año.
Ansiosa por encontrarme por primera vez con ellos el próximo 15 de enero en el Palau de les Arts de València y ser pequeña parte de una banda que nació para mimar la música. Puedes escuchar The River and The Stone en todas las plataformas digitales.
Morgan nos presenta un nuevo álbum que mantiene su esencia musical de siempre, planeando sobre el cielo del rock, el soul, y por supuesto el folk, como algunas de sus señas de identidad más reconocibles.