Hasta aquí, podemos comprobar que puede ser una película espacial con un drama ético a bordo, como motor principal. Pero podemos leer críticas demasiado dispares entre sí, desde el extremo negativo al extremo positivo para valorar la película.
¿Qué pueden tener en común las reseñas a la hora de valorarla de cada manera como para que las discrepancias se basen en las mismas características?
Os doy mi opinión no para salir de dudas sino para intentar comprender las dos partes.
«Casi dos horas de película para no contar nada.» Leído en redes.
«A pesar de algunas ideas curiosas, la película, en su totalidad, es tan previsible como poco sorprendente; tan correcta pero a la vez tan mustia»Javier Ocaña: Diario El País.
«Tratar de sostener esta tensión durante 2 horas acaba siendo un imposible (…) Es un poco demasiado convencional (…)»Benjamin Lee: The Guardian.
«A pesar de la empatía que demanda al espectador, resulta problemáticamente carente de realidad humana (…) Su gran punto flojo es su enfoque del polizón»Lena Wilson: The New York Times.
Una experiencia frustrante y plana. Leído en redes.
Bien, la relación más obvia entre las críticas negativas, es el ritmo de la película en descompensación con su duración.
Quizás, dentro de una historia donde la tensión se palpa desde que el espectador es conocedor de un problema de supervivencia humana, el problema viene a ser que este espectador espera que haya un ritmo más rápido o más «acción» en una duración larga, o una duración más corta del filme si la acción esperada no es tan rápida, para que sea más entretenida y no frustre.
En este caso, la intención de poner en tensión al público, crece en los primeros minutos de la película pero decrece cada vez más conforme avanza.
«Desde el depegue hay errores: Las estapas de un cohete se desacoplan hasta dejar la atmosfera, no antes, los tripulantes deben tener en todo momento el traje cerrado y completo. Luego, una nave de este tamaño no puede ser interplanetaria, es un laboratorio completo, serían misiones a parte el llevar tripulación y el llevar un laboratorio.
Bien podían reemplazar el extractor de CO2, son muy reparables y SIEMPRE hay repuestos para elementos tan importantes, que en la vida real, no lo es en realidad.
Las tormentas solares se saben con horas de anticipación, no minutos, las tormentas solares NO se ven, son radiación invisible, NO queman, dan cáncer. Bien pudieron esperar a que terminara la tormenta solar para ir por el otro tanque de oxígeno (que no había motivo para que estuvieran tan lejos de la tripulación, las refacciones siempre están con ellos). TERRIBLE desde el punto de vista científico y dramática innecesariamente.»(Crítica leída en redes).
NO TENGO NI IDEA, de si esta crítica está fundamentada por alguien conocedor de naves espaciales o es un simple comentario, pero, poniéndonos en su favor, que un ingeniero espacial pueda conocer estos detalles y que el comentario anterior esté en lo cierto, sería un problema GRAVE de documentación por parte del guión y, en ese caso, la película carecería de mucha información adecuada como para ser un drama con fundamentos para empatizar en la vida real.
Aunque, eso, un espectador de conocimientos nulos en naves espaciales, como yo, y como la mayoría, no lo tendría en cuenta para calificar negativamente la película ni en un millón de años.
En cambio, sí que tengo conocimiento para anotar un apunte contrariando a esta crítica: dice «son radiación invisible, NO queman, dan cáncer.» Efectivamente, en la película no se da en ningún momento por hecho que alguien se queme o se vaya a quemar bajo una tormenta solar sino que se intuye el drama de que, los daños en la salud, serán inevitables y muy obvios, ya que si alguien sale durante la tormenta solar, ya da por hecho que se arriesga sabiendo que va a tener cáncer y por tanto arriesga la vida. Pero en ningún momento aparece un gesto o plano en el que alguien aparente quemarse.
Por tanto, lo que parece fundamentado en muchas opiniones, a veces pueden ser comentarios equívocos, tanto para las críticas como para los guiones, así que para elaborar cualquiera de las dos cosas, hay que documentarse bien. Eso desde luego.
Así que, POR FAVOR, si algún/-a lector/-a de a2Voces.com puede decirnos o escribirnos si estos errores son ciertos en el guión de la peli, nos encantaría saberlo. ¡Que no se habla de fallos de guión espaciales con un/-a ingenier@ espacial todos los días!
«…una adición tan fascinante y sorprendentemente conmovedora a un género que ya está lleno de títulos más ostentosos y extravagantes…»
«Penna proporciona la máxima ansiedad dentro de un guión donde cada elemento encaja perfectamente en su lugar.»
«En una época de blockbusters de narrativa inerte, es importante recordar que un buen director te lleva a la historia paso a paso, momento a momento, siempre creando una inmersión honesta en las dinámicas humanas»
Owen Gleiberman: Variety.
«Una aventura de ciencia ficción inusualmente modesta y cerebral (…) Paradójicamente, a medida que se torna abiertamente trepidante, se vuelve menos interesante.»Jessica Kiang: Los Angeles Times.
«Es lenta, pero extremadamente absorbente (…) Joe Penna tiene un férreo control creando un estilo muy claustrofóbico.»
Karina Adelgaard: Heaven of Horror.
Penna y Morrison se centraron cuando estaban investigando durante la preproducción:
«hablamos con alrededor de veinte expertos entre los que había ingenieros aeroespaciales, astronautas, investigadores de radiación solar, profesionales médicos, comandantes de trasbordadores espaciales… queríamos ser escrupulosos y lo más realista posibles», explica el director.
Algunos de los datos e informaciones que les proporcionaban estos expertos (muchos de los habían trabajado en la NASA y en la Agencia Espacial Europea) a sus preguntas eran contradictorios.
Cuando esto ocurría, Penna enviaba un correo electrónico con copia a todos,
«esto trajo consigo debates muy interesantes con los que se llegaba a una misma solución siguiendo caminos muy distintos. La ciencia espacial es muy flexible, crees que solo hay una forma de hacer las cosas y no es así».
Por tanto, SE DESMONTAN LAS CRÍTICAS RECIBIDAS SOBRE LOS ERRORES DE DOCUMENTACIÓN, ya que la propia NASA está involucrada en la información que ofrece el guión.
Realmente, un ritmo lento y una historia predecible, puede crear más tensión y nervios que un ritmo lleno de adrenalina y basado en un montaje de imagen y sonido rápidas o frenéticos.
En este sentido, cuando he visto ‘Polizón’ he sentido que me hacían preguntas desde el otro lado de la pantalla, preguntas directas a mi mente:
En un caso extremo de supervivencia, ¿sacrificas a una persona que está en el lugar equivocado o sacrificas a todos los demás por no sacrificar a una sola persona?
Y, en cualquier caso, nuestra moral responde sin pensarlo: «NO SACRIFICO A NADIE» o «TIENE QUE HABER OTRA SOLUCIÓN». Porque, aún así, piensas, ¿quién tiene tanto coraje de sacrificarse para intentar salvar a una persona si la solución es salvar a tres personas en lugar de una?
Este dilema es el que crea la tensión durante la duración, quizás excesiva, de ‘Polizón’. Pero no una tensión con ritmo rápido sino tensión mental, más bien psicológica, como la que se intuye que viven los cuatro tripulantes de la nave.
Más silencios que diálogos. Creando el clima individual de cada uno de los cuatro tripulantes y el pensamiento concreto de cada cual.
La médico, porque intenta buscar solución, pensando, a escondidas.
La capitana, porque realmente no quiere hacerlo y también pretende que haya otra solución pero cree firmemente que no la hay.
El biólogo, porque está sufriendo también pero cae en el pragmatismo absoluto: no hay oxígeno para cuatro = muere una persona.
Y el polizón, porque está asumiendo su sacrificio anunciado en silencio para ser solidario con otras tres vidas.
La nave es testigo, con el silencio del espacio, de las emociones de los cuatro tripulantes. Y desde el sofá de mi casa, entendía que ese sufrimiento interior, sólo podía sentirlo con silencios incómodos y miradas.
Y funcionó. Sentí que había que pensar en una solución pero que había que tener precaución para pensarla bien como para que no fuese demasiado tarde para arrepentirse de cualquier decisión. Como podría ocurrir en la vida real. Como puede plantearse un médico en un caso extremo con un paciente.
Y me puse en el lugar de cada uno de los cuatro. La inmensidad del espacio debe de ser un buen lugar para sentirse insignificante, pero también para valorar cada vida de nuestro planeta, y luchar por ella, por insignificante que parezca.
Por tanto, para mí ha sido un peliculón, no por ser una historia diferente sino por el clima reflexivo y empático que crea. Será porque, a nivel narrativo, considero más difícil contar una historia conmovedora con un buen guión basado en silencios y buenos planos en lugar de con mucho diálogo y, por tanto, me sorprende más que puedan hacerme pensar sin necesidad de entretenerme.
Quizás me equivoque, y sea una sensación mía pero contar historias para que las personas se planteen diferentes opiniones también es lo bonito de la variedad de gustos dentro de un mismo ser humano. Poder leer y escuchar versiones diferentes de una misma situación siempre aportará riqueza a nuestro conocimiento y capacidad de crítica y de autocrítica. ¡Es algo que me parece genial!
Y a vosotrxs, ¿qué os parece ‘Polizón’?