El protagonista de esta entrevista me pilla cerca. Como veréis, mi segundo apellido es el que él tiene en primer lugar.
Su pasión por el mundo fallero y el fútbol han hecho mella en mí desde que tengo recuerdo. Su frikismo le ha llevado a participar en multitud de escritos falleros aportando a la escritura esa cultura de nuestra ciudad. En esta ocasión, nos presenta Les falles i el bar Torino, un ensayo fallero y futbolístico en el podemos leerle y entender su pasión por ambos temas y como no, por la redacción.
¿Te gustan las fallas? ¿El fútbol? ¿La escritura? Lee lo que nos cuenta Juanjo y te verás identificado.
-Preséntate. Danos a conocer quién eres y desde cuándo y en que ámbitos podemos leerte.
Soy una persona normal, con su familia, trabajo, aficiones, pasiones y frikismos. Todo ello, alguna vez, se mezcla en propuestas que me permiten dirigirme a la gente desde diferentes espacios, en los que tengo la suerte que me dan cancha para soltar mis ideas.
Empiezo a escribir el año 2006 en la desaparecida Falla Crítica. Con el tiempo colaboro en revistas falleras como Cendra, Actualidad Fallera o El Turista Fallero. Después en llibrets de falla, de poblaciones como Cullera, Torrent, Silla, o Xàtiva, y en Valencia, para fallas como Plaça de Jesús, Comte de Salvatierra- Cirilo Amorós o Marqués de Montortal- Berni i Català. En todas estas cabeceras, he podido publicar ensayos sobre la historia de la Fiesta y también artículos de opinión sobre la misma. Además, de manera puntual, en algún que otro medio digital hablando de fallas o del Valencia C.F.
Háblanos de ese Les falles i el bar Torino. ¿Qué podemos encontrar en su redacción? ¿Es el primer libro en el que participas?
No, no es el primer libro en el que participo. Ya lo hice por ejemplo en libro Ortifus, vinyetes de cartró pedra, editado por Grupo Editorial MPG y la revista Cendra, en que se hacía un repaso de la trayectoria profesional más cercana a las Fallas del humorista gráfico Antonio Ortiz Fuster «Ortifus».
Les Falles i el bar Torino es la primera ocasión en que se plasma la vinculación de la mayor fiesta de la ciudad y su entidad deportiva más importante. Una realidad que nace incluso antes de que el propio Club se fundase en 1919, en aquel bar Torino, lugar de reunión de gentes cercanas a la cultura del momento, y en el cual se juntaban los falleros de la Bajada de San Francisco, para concretar la falla que plantaban los años que lo hacían. Hay que pensar que aquella calle era uno de los ejes socioeconómicos de la ciudad, junto con la Plaza del Mercado o la calle de Zaragoza —borrada en su momento por el urbanismo caníbal— concentrándose en espacios cercanos comercios, hoteles y lugares de diversión, como el Bar Torino.
Esa simbiosis, entre ciudad, fallas y deporte, que ha permanecido viva hasta nuestros días, es más fuerte de lo que pueda parecer entre dos mundos tan distintos, ya que muchos dirigentes, profesionales, y por supuesto aficionados al Club, han estado en la primera línea de batalla fallera o en la base de la Fiesta, desde siempre.
Que el Valencia F. C. fuese fundado en plenas fallas, un 18 de marzo —y aunque aquel 1919 no hubo falla en la Baixà de Sant Francesc, no cuesta imaginar el ambiente festivo que reinaría en la ciudad— debió marcar su devenir, plasmado en ciclos de expansión y declive paralelos a la Fiesta, y con finales crematísticos, como si estuviera inmerso en una Nit de Foc continua.
Les Falles i el bar Torino es la primera ocasión en que se plasma la vinculación de la mayor fiesta de la ciudad y su entidad deportiva más importante.
-¿Quiénes habéis trabajado a la hora de realizar este proyecto?
Pedro Nebot, quien tiene la idea del ensayo y ha llevado el peso de la redacción; Eduard Ramírez, el cual ha aportado también texto, y ha corregido el libro. Y desde luego, Jesús Costa y Pepe Domenech, que desde Carena Ediciones y Spectrum Arts, nos han facilitado mucho las cosas para poder llegar a publicar el libro. Y bueno, yo he aportado la visión fallera del prólogo, junto con el periodista Alfonso Gil, quien firma la parte futbolera del mismo.
Por otro lado, he buceado en archivos para rescatar de la memoria las fallas que desde 1921 reflejaron la realidad del Valencia —y antes la irrupción del futbol en nuestra ciudad— contando sus primeros éxitos y fracasos; hicieron una imagen fija de los jugadores más importantes; encumbraron o defenestraron a los dirigentes según sus méritos; criticaron aspectos como la evolución del campo de Mestalla; o ya en los últimos años, plasmaron la deriva errática del Club hasta acabar en las garras de su actual propietario.
-¿Por qué hablar de fallas y de futbol en un mismo libro? ¿De dónde viene esa idea?
Porque era necesario acercar dos mundos que, sin saberlo, casi son el mismo. Y además, era importante hacerlo desde el punto de vista de la general de pie y el casal, es decir, de la base de la afición valencianista y de la Fiesta. Hablar desde los pulpitos, el palco VIP de Mestalla o el hemiciclo del Ayuntamiento, es sencillo. Hacerlo desde esa base, muchas veces enfrentada al palco o a la poltrona, no siempre es fácil.
Ese espíritu de casal y del poble de Mestalla, es el que nos ha acompañado en la redacción, y el que hemos querido reflejar, unido a los cambios que la ciudad ha ido experimentando a nivel sociocultural, y que la han llevado de ser —casi— un pueblo con aspiraciones, a una gran ciudad referente por muchos motivos en la actualidad.
-Fallero desde la cuna, valencianista desde el mismo lugar. ¿Por qué merecen las fallas y el Valencia CF tener una historia conjunta?
Porque su historia es la de la ciudad que los acoge, y más allá. Pues Fiesta y Club desbordan la geografía propia, para llegar a muchos países, algunos en otros continentes, donde hay peñas valencianistas o fallas. Los valencianos y valencianas, en cualquier lugar en el que se asientan, crean una comisión fallera, una peña o ambas.
Todo eso, puede llegar a explicar, en algunos casos, las vicisitudes del Club o las Fallas, por la personalidad de aquellos que las nutren desde la grada o el casal —volvemos a ello— porque ni el uno ni las otras, serian iguales con la participación de gentes de otros lugares. Para bien o para mal, reflejan esa manera de ser tan explosiva de los que aquí hemos crecido, sin poder escapar de ese totum revolutum que conforma el carácter que nos diferencia. Esa historia conjunta, es la historia del pueblo.
Fiesta y Club desbordan la geografía propia, para llegar a muchos países, algunos en otros continentes, donde hay peñas valencianistas o fallas. Para bien o para mal, reflejan esa manera de ser tan explosiva de los que aquí hemos crecido.
-Fallas y el Valencia CF dos temas muy candentes últimamente, sobre todo por la gestión. ¿Qué opinión tienes acerca de esas dos mechas que siempre encienden a nuestra ciudad? ¿Qué son las fallas y este equipo a nuestra Valencia?
Bueno, como se puede deducir, mi opinión no es objetiva. Aunque no por ello, o quizás precisamente por ese motivo, no deja de ser crítica con algunos aspectos de unas y otro.
Las Fallas son la celebración más importante y la que más impacto socioeconómico tiene en nuestra sociedad. Mueven hasta 1.500 millones de euros, y su trasfondo cultural —desconocido en gran parte por el público— no se queda corto. Cada año se crean, además de las propias fallas —que conforman el mayor festival de arte urbano del mundo— cientos de llibrets, que engloban poesía, artículos de opinión o investigación, ilustraciones, etc. Hay diferentes premios y concursos derivados de esta producción literaria, convocados por Lo Rat Penat, Lletres Falleres, la Conselleria de Cultura, ayuntamientos, fallas, y otras entidades. Las Fallas han creado un estilo teatral propio —y único— el a propòsit, las obras que se escriben para las presentaciones de las falleras mayores. Y enlazado con esto, el concurso de teatro, organizado por Junta Central Fallera, es en el que más representaciones se realizan de carácter amateur de España. Y podría seguir con las semanas culturales, conciertos y un sinfín de actividades, que llenan de Cultura el calendario festivo de las ciudades y pueblos que celebran las Fallas.
Pero el problema viene al descontrolarse el turismo masivo, de juerga y desmadre, que convierte a Valencia durante la Semana Fallera, en una bacanal etílica, por y para un público que lo mismo le da venir aquí o cualquier otra ciudad en fiestas. Es cierto, que muchos aspectos más íntimos de las Fallas, puede que solo interesen a los propios falleros y falleras, pero habría que intentar potenciar rasgos más tradicionales, que sin caer en el populismo decadente que nos ha invadido los últimos años, revertieran la tendencia al caos que había tomado la Fiesta antes de la pandemia. Y aprovechar este parón —que por suerte ya parece acabar—que la misma ha provocado, para repensar algunos aspectos de las Fallas, recuperando, en lo posible, una celebración más sosegada y alejada de la que hemos vivido la década pasada. Sería el momento de reorganizar muchos ítems de la Fiesta, y no dejar pasar la oportunidad de mejorarla, para no acabar muriendo de éxito.
Y en cuanto al Valencia C.F., es la institución deportiva más importante de la Comunitat, pero no siempre ha tenido al frente a la persona adecuada, como la historia de la entidad merece. De aquellos polvos, estos lodos. Y, hoy por hoy, está secuestrada por unos dirigentes, que ni saben ni —lo que es peor— quieren saber, de esa repercusión. La gestión social y deportiva del Club es nefasta, y está llevando al equipo al desastre y a luchar por salvar la categoría, en la tercera peor temporada de la historia del Club, sólo superada por una en la que casi se bajó y la del descenso de 1986. Y con un futuro más que incierto.
Esperemos que estos gestores se vayan lo antes posible, y que el erial en que han convertido el Club pueda ser recuperado, continuando la trayectoria de triunfos que ha tenido en estos ciento dos años de historia. Y a los que nos corresponde, seguir contándola.
-¿En qué se diferencian y en que se parecen el Juanjo futbolero y el Juanjo fallero?
Se diferencian poco, vivo ambas aficiones con pasión, espíritu crítico y alegría cuando se producen éxitos. Y trato de compartir —a veces en exceso— esa visión con aquellos que me rodean, intentado aportar mi granito de arena para mejorar la Fiesta, y recuperar su memoria.
Vivo ambas aficiones con pasión, espíritu crítico y alegría.
-Danos a conocer tus premios en los diferentes textos de investigación y opinión en el mundo fallero.
He tenido suerte y los jurados me han permitido lograr el Premi Mocador de ensayo sobre Fallas, que convoca la Falla Penya El Mocador, de Sagunt, en los años 2012, junto con Manolo Sanchis, con el artículo Ara fa un segle…, publicado en el llibret de la Falla Comte de Salvatierra- Cirilo Amorós, de Valencia. En 2017 repito, esta vez en solitario, con el artículo 2017. Temàtiques de la crítica fallera des del segle XIX fins a l’actualitat. De la crua corrosió al dolç embafament, publicado en el llibret de la Falla El Canet, de Cullera. De este Premio he sido finalista en diferentes ocasiones como 2013, 2014 o 2020.
En 2020 me concedieron el Premi La Marina a la conciencia ecológica en un llibret de falla, que promueve la falla del mismo nombre de Port de Sagunt, por el texto Falles (in)sostenibles, publicado en el llibret de la Falla Plaça de Sant Roc, de Torrent.
Y en 2021 la revista El Turista Fallero me otorgó —aunque dadas las circunstancias aún no se ha entregado del premio— el Premio de la XXIII edición de su Concurso de Cuentos Falleros, por el cuento Buit, un amargo repaso a la vida de un artista fallero que se jubila.
También he sido finalista de premios como el Enric Soler i Godes, que convoca la Associació d’Estudis Fallers.
-Hemos leído que te consideran “un referente de la cultura fallera”. ¿Es verdad? ¿Qué opinas?
Que la gente es muy amable.
-¿Te lanzarías a escribir tu propia historia para poder llevarla a las librerías? ¿Qué trama elegirías?
Ideas siempre surgen, falta encontrar la forma adecuada de plasmarlas, y sobre todo el tiempo necesario para hacerlo.
-¿Dónde podemos encontrar esta historia llena de fuego y deporte?
En cualquier librería, donde si no lo tienen ya, se puede encargar o en las páginas web de las editoriales, Spectrum Art y Carena Ediciones.
Les Falles i el Bar Torino está disponible en librerías y en la página web de Spectrum Art y Carena Ediciones.