‘Cantables II’ de Fetén Fetén

‘Laura y el misterio del asesino inesperado’ o por qué Lebrel y compañía nunca debieron irse
19 enero, 2022
Del escenario a las librerías: libros escritos por músicos que no hablan de música (o sí)
31 enero, 2022

En estos tiempos de sencillos, listas de reproducción y música efímera, es un lujo encontrar proyectos tan puros e interesantes como el de Jorge Arribas y Diego Galaz, dos músicos burgaleses que juntos, dan vida a Fetén Fetén, en una de las apuestas más originales de la música patria actual.

Con este dúo de músicos inquietos, nos olvidamos -en parte- de la letra, de las bases rítmicas frenéticas y las grandes campañas de marketing musical, y por una vez, nos centramos en el disfrute instrumental, en las influencias del folklore, en el viaje por géneros y estilos poco visitados, y como diría Natalia Lafourcade, nos metemos hasta la raíz de la buena música.

Desde que en 2009 lanzaran su primer álbum homónimo autoproducido, los artistas de los mil instrumentos, han afianzado su carrera con hasta cuatro discos más, destacando el proyecto Cantables publicado en 2016, y cuya novedad fue la incorporación de letras acompañando a sus composiciones instrumentales, a través de voces tan reconocidas como las de Fito Cabrales, Andrés Suárez, Vicentico o Jorge Drexler, entre otros. Así, y después de publicar Melodias de Ultramar (2018), un disco que acoge las influencias de las diferentes partes del mundo en las que los Fetén Fetén han echado raíces y recogido ritmos, rescatan de nuevo Cantables, con una segunda entrega –Cantables II (2021)- a las que se suman artistas como El Kanka, Coque Malla, Nina de Juan, vocalista y alma de Morgan o La M.O.D.A, y repiten otras como la de Rozalén o Kevin Johansen.

Con Fetén Fetén nos centramos en el disfrute instrumental, en las influencias del folklore, en el viaje por géneros y estilos poco visitados, y como diría Natalia Lafourcade, nos metemos hasta la raíz de la buena música.

Si la propuesta de los Fetén ya es original en sí misma, en este Cantables II los burgaleses dan un paso más, siguiendo la estela de Cantables y retando a sus amigos a salir de su zona de confort, dejando claro que la música no entiende de géneros ni etiquetas. ¿Alguien se imagina a Rozalén cantando un vals o a Fito poniendo su carácter rockero a la música más tradicional? Pues resulta que con Jorge y Diego todo es posible.

Empieza la fiesta de la armonía con No soy de aquí y la voz de Nina de Juan, en un tema cabaretero hecho para levantarnos del sofá y como punto de partida perfecto para la celebración musical que es este disco. Decía que no faltaban estilos como el vals, con la deliciosa Otro Vals de la mano de mi querida Rozalén, o la  ranchera más canalla de un Fito Cabrales reincidente con Borranchera, pero mención a parte, merecen la interpretación más jazzera y elocuente de Coque Malla, poniendo toda su personalidad a No Necesito, y la ruptura generacional que demuestran músicos tan jóvenes y talentosos como Guitarricadelafuente en Límite o la magnífica Rita Payés, que además de ser todo un descubrimiento, pone en valor la importancia de la emoción en Destino Navegante, dejando claro que tenemos a una de las mejores canteras musicales del mundo.

No falta el rincón exclusivo para la música de autor representados en Ismael Serrano con Años Dorados, El Kanka con Júrame o Depedro en Para Olvidarte, como pareja natural de las composiciones de Fetén Fetén exhibiendo su personalidad como vocalistas y adaptándose a un fondo musical en clave de swing o folk, así como el apartado más rockero e indie detrás de las voces de Bunbury y el brutal tema Diez Horas de Distancia que cierra el disco, con la siempre bienvenida aportación de La Maravillosa Orquesta del Alcohol.

Si la propuesta de los Fetén ya es original en sí misma, en este ‘Cantables II’ los burgaleses dan un paso más, siguiendo la estela de Cantables y retando a sus amigos a salir de su zona de confort, dejando claro que la música no entiende de géneros ni etiquetas.

Desde sus inicios y viajes, otra de las señas de identidad del dúo de Burgos es la exploración de ritmos internacionales, muy presentes en sus temas a través del folklore latinoamericano y géneros como la cumbia, la ya mencionada ranchera, el tango o el bolero, que en Cantables II están bien salvaguardados con las aportaciones de Kevin Johansen en De Noche, Augusto Bracho con la loca Camotero o Volver a Ti con los mexicanos Daniel, Me estás Matando.

Cruzamos el océano y volvemos a Europa con Luisa Sobral y la delicia de fado que es Sei Que Vai Passar, uno de los temas más bonitos del álbum, que nos hace recordar la suerte de géneros que tenemos bien cerquita de España, y la que seguramente sea la apuesta más original del Cantables II, con ADN francés y la personalidad arrolladora de Isaac et Nora, dos músicos de tan solo 11 y 13 años, que ademas de romper esquemas con su aportación al disco en el tema Solamente Tú, están más que listos para ganarse su hueco en la industria por su curiosidad musical y el talento de sus pequeñas cabecitas.

Confieso que este mini análisis de Cantables II es una mera excusa para animarte a que descubras, si todavía no lo has hecho, a Fetén Fetén y su particular lectura del proceso musical como vehículo para derribar fronteras, las imposiciones generacionales a las que nos abocan las radio fórmulas o los medios masivos, y la clara convivencia de diferentes estilos, en un disco apto para todo aquel que quiera disfrutar de la buena música mediante nuevos sonidos y un imaginario tan especial como el de Jorge Arribas y Diego Galaz.

Hace tan solo unos días, Fetén Fetén y sus amigos reventaron el Teatro Infanta Isabel de Madrid en un concierto para la posteridad, que ojalá sea la antesala de una gira que les permita recorrer el resto de la geografía con sus impecables composiciones y su exquisita discografía. Gracias por demostrarnos que hay vida más allá del mainstream. Os seguimos la pista.

Confieso que este mini análisis de ‘Cantables II’ es una mera excusa para animarte a que descubras, si todavía no lo has hecho, a Fetén Fetén y su particular lectura del proceso musical como vehículo para derribar fronteras.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *