Para conocer a una cantautora merece la alegría indagar desde sus primeros pasos hasta la actualidad. En la música, como en la vida, hay cambios de perspectiva, experimentación y evolución.
Mi cantautora, como descubrimiento y disfrute, se llama Alicia Climent, pero como artista descubro a Alice Wonder. A su música descubierta la llamaré «pelos de punta». Y a mis sensaciones provocadas por la música de Alice Wonder las he llamado sensibilidad y vértigo.
Alice pasó de querer desnudar sus emociones mediante sus covers a través de la plataforma de Instagram donde se dio a conocer más de lo que ella esperaba. Fue en 2017 cuando debutó con ‘Take off’, la canción que también dio nombre al disco que recoge sus tres primeras canciones registradas en un estudio profesional. ‘Take off’ fue producido por Ale Acosta y Ángel Luján en los estudios ‘Famara y Reno’ y masterizado también por Ángel Luján. ‘Infarto Producciones’, que desarrolla proyectos emergentes, es el sello que culmina el lanzamiento del debut en lengua inglesa de la madrileña en 2017.
Esta estrella emergente evoluciona en su consolidación estética y sonora del año 2017 al 2018, transformando su experimentación en su primer LP: ‘Fire kid’. Es aquí donde con tan sólo 20 años de edad, Alice Wonder deja entrever su potencial como cantautora.
Estudios ‘Reno’ y BMG, producido por Ángel Luján en colabroación con el teclista de Vetusta Morla, Jorge González, fueron testigos y colaboradores para dar vida y voz a ‘Fire Kid’.
‘Fire Kid’ cuenta con tonos altos, inflexiones suaves y bien moduladas. Suena enérgico, a veces a desamor, a despedida, a juventud, a inquietudes en las emociones existenciales. De hecho, el fuego de ‘Fire Kid’ llega con la canción ‘Fire On My Hands’ , instrumentos y voz, in crescendo. Un «ave fénix emocional» que pasa por expresar el dolor por las mentiras y el engaño o el desamor.
El fuego como metáfora de la destrucción y la toxicidad en las relaciones sentimentales, sobre todo durante la juventud. Pero también puede hacer referencia al renacer, tras dejar marchar todo lo malo del pasado.
Podría ser que la última canción del disco ‘Fire Kid’, ‘Bajo la piel’, única en castellano de todo el disco, que vuelve a ser interpretado en inglés como hizo en 2017 en ‘Take Off’ excepto esta última, sea el preludio de lo que vendría luego en 2021, donde lanza su primer disco íntegramente en castellano (‘Que se joda todo lo demás’, 2021). Tras el fuego intenso de ‘Fire on my hands’, aparece la resignación entre la calma de una persona que aprende y crece, calma inquieta representada en el agua: al decir adiós, en una última despedida, admitiendo derrotas y curando heridas.
«como el agua tú sacias mi sed […]
[…] mientras me desplomo sobre pólvora a punto de encender»
El paso del fuego vivido durante la juventud, como en Firekid a la madurez, con sus preguntas, altibajos y, a veces, resiliencia en calma, fortaleza, como representa en su primer disco en castellano ‘Que se joda todo lo demás’ (2021).
El crecimiento personal va a la par del crecimiento como artista y representación de las emociones reales de quien las representa. Alice Wonder decide cantar en castellano en «QSJTLD» a pesar del éxito de ‘Firekid’ en inglés, ¿es querer cantar y expresarse en la propia lengua lo que representa la madurez como artista?
Hay un cambio evidente en la parte vocal y en la parte musical en el disco de 2021 en castellano: más relevancia a los tonos graves, en calma, adición de sintetizadores y sonidos electrónicos pero misma esencia expresiva en temática y en originalidad.
En ‘Que se joda todo lo demás’ entrevemos un tono mucho más intimista, representado por mayor presencia de piano, guitarra y bajo con acordes dulces, contrastando con una voz más quebrada y reforzada, en ocasiones susurrante, y un estilo visual propio para los videoclips del disco en Youtube. Oscuridad, luz tenue, siluetas poco marcadas, niebla… Estamos descubriendo los colores del alma de una Alice Wonder que se desnuda ante el micrófono en una sala en soledad. El objetivo: que escuchemos y sintamos emociones, las suyas, las universales (amor, desamor, miedo, tristeza, decepción…) y las compartamos todas a la vez.
La delicadeza de la voz de Alice Wonder también adquiere potencia en tonos altos y graves que me recuerdan al rock psicodélico de Tash Sultana o al contralto de Rosana, dos cantautoras a las que admiro muchísimo por representar estilos propios con pocos precedentes.
Hace unas horas antes de publicar este artículo, Alice Wonder nos ha sorprendido con temas suyos de versiones alternativas como las canciones de su LP de 2021, «No te vayas» , o «Sueño raro» pero en esta ocasión un remix con sintetizadores y ritmo sobre bases electrónicas muy diferente de la canción original. Un proceso de experimentación con el que la cantautora nos va a seguir sorprendiendo durante mucho tiempo.
¿Estamos ante un nuevo momento de evolución de la artista, más enérgico y potente? Flashes de focos, percusión de batería, voz electrónica…
El camino de un/-a cantante que crece como una estrella puede que sea el de seguir brillando por mucho tiempo o el de apagarse. Auguro que Alice Wonder no va a ser una estrella fugaz, pues hay un público de oyentes detrás que la consideramos una artista emergente a la que le queda mucho recorrido y la que dejará una bonita estela por los escenarios que seguro va a seguir llenando.
Ella dice en su canción original ‘La Apuesta’ (2019):
cuando deje de brillar recoge tus cosas y vente conmigo.
Pero os recomiendo iros con ella puesta en vuestros los oídos ahora, porque que deje de brillar lo veo difícil. No ha hecho más que empezar.