A lo largo de la última temporada de la serie Peaky Blinders, hemos sido testigxs de la lucha continua de Tommy Shelby con su trastorno de estrés postraumático que sufre desde que luchó en la Primera Guerra Mundial y que le ha ido yendo en aumento tras la muerte de quien se le aparece en sueños y alucinaciones (quien no nombraremos por evitar spoilers respetando a las personas afortunadas que no han visto la serie.
Sí, aún existimos las buenas personas hablando de series. De nada.
En particular, este último personaje, siguió presentándose ante él en forma de alucinaciones y visiones, con el angustioso mensaje de quitarse la vida.
Incluso el inesperado Alfie Solomons (Tom Hardy), le cuenta a Tommy que ha tenido un sueño en el que le veía en un campo, entre la neblina, junto a un caballo negro y empuñando peligrosamente una pistola…
¿Veremos el final de Tommy Shelby en la sexta temporada? Crónica de una muerte anunciada, demasiada suerte lleva ya entre tantas traiciones y asaltos vengativos.
De hecho, diría que una buena serie de villanos no puede acabar bien sin ver el final del protagonista que maneja todo el poder, y este es Tommy.
No obstante, tengo mucha confianza depositada en cada capítulo que se ha creado de la serie, tanta, que incluso si Tommy no muriese, sé que sería por una compensación justificadísima por parte de los directores. Y Steven Knight, no es nada conformista , es algo que ha demostrado con creces.
Lxs seguidorxs de la serie hemos tenido una cal y una de arena desde 2019. Ya se informó sobre el retraso del rodaje de la siguiente temporada desde entonces, la será esta última sexta temporada. Pero se anunció que llegarían 2 temporadas más, por lo que esperábamos una temporada 7 como fin de la odisea Shelby. El rodaje se inició pre pandemia y en mitad de la cancelación del rodaje, decidieron también cancelar la séptima y culminar con la sexta.
Lo que no esperábamos fue lo que no ha desmentido su creador, Steven Knight (y con esto pasamos de la cal a la arena): tras la serie, ¡la historia continuará en formato de largometraje!
Y como he dicho antes, estoy segura de que han tenido una buena y justificada razón para hacerlo, y va a ser «LEGEN……….. espera». Ah, perdón, que me he pasado de serie.
Bueno, da igual: «……DARIO!»
Vale pero… ya que estamos evitando spoilers y posiblemente despertemos la curiosidad a nuevos descubridores de este grupo de bandidos con boinas y abrigos largos para que se arranquen a ver la serie, voy a dar 6 motivos para subirse a la carreta gitana:
Además de la BSO del compositor Martin Phipps, también hay canciones que, en sinergia con la imagen, crean situaciones emocionantes, como de la escena en la que Freddie corre para ver a su recién nacido.
O voces dulces como la de de Laura Marling en What He Wrote durante el episodio 5 de la segunda temporada o la de Nick Cave con Bring In On. Se te parte el alma y la disfrutas con el encaje del sentido dentro de su escena. Una delicia.
Pero si hay algo que caracteriza muchísimo a la serie Peaky Blinders es esa imagen de la banda de pandilleros elegantes con boinas y relojes caros que caminan a cámara lenta entre el fuego de los obreros por las calles humeantes y mugrientas de una Birmingham de los años 20-30, a ritmo de todo rock salvaje actual y de pleno siglo XXI.
Las canciones, que empiezan igual de frenéticas e inesperadas que cuando acaban, te dejan con todo el ritmo ‘malote/-a’ por dentro dentro y una especie de adrenalina cargada que, al cortarte de golpe en escena, te deja más que preparada para la siguiente pelea de cuchillas.
Y hablando de fuego, humo y explosiones… George Steel como director de fotografía, para mí, es el encargado del bordaje de esta serie.
Utilizar las ópticas adecuadas no sirve de nada si no tienes buen gusto por los planos: el color azulado y grisáceo durante toda la serie, esa niebla continua y la impresionante sensibilidad a la hora de detallar texturas como la piel, los objetos, las miradas… Esto ofrece riqueza visual al ritmo de los Blinders y por eso es fácil que no te quieras perder detalle.
Por la parte de maquillaje peluquería y arte, se ha hecho una investigación documental de la época muy buena para llegar a conseguir recrear unos trajes y unos peinados tan geniales.
Porque estar ante el nuevo Toni Soprano de la nueva generación y sentir empatía con él es algo que merece más que un estudio psicológico.
Partir de un protagonista que tanto él, el más villano de todos, se rodea de otros villanos que saquean, beben, fuman, esnifan, gritan, asesinan, son machistas, son traicioneros, déspotas… y aún así, quieres que ganen.
Quieres que no mueran, gozas con sus amores y sus victorias. Celebras las derrotas de otros villanos como ellos. Pero EMPATIZAS con el malo. Sí, porque un guión bueno consigue esto. Y acabas queriendo que Tommy Shelby siempre gane la batalla.
También es cierto, que esa empatía parte de una especie de «paternalismo» justificado erróneamente por saber el origen de sus fechorías: la pobreza, el querer salir de un pueblo sometido y un sector social oprimido y maltratado. Saber ese origen del que es villano, te recuerda que la humanidad siempre quiere salir adelante y SEA COMO SEA. Y en el caso del extremo, hay quienes confunden este SEA COMO SEA a CONTRA QUIEN SEA.
Pero aquí, en este punto, ya se ha ido gestando el «cariño» al personaje malvado y ya no puedes dejar atrás tu relación tóxica de espectador empático con el villano. Es así como nos damos cuenta de que todxs podríamos ser Tomas Shelby en un caso extremo y en las condiciones y precedentes idóneos. ¿No crees?
‘Tú.. has perdido a tu esposa, y ahora a tu hermano también. Pensé que te haría diferente, pero no parece cambiarte. Nada parece cambiarte’. – May Carleton a Thomas Shelby
Una relectura romaní de la producción de la BBC, que más allá de los estereotipos presenta a una familia pobre que lucha por progresar socialmente en la Inglaterra de los años veinte.
Lo que interesa de la serie es cómo progresa la mafia o el estudio de la violencia, añade José Ángel Garrido, autor de ‘Minorías en el cine. La etnia gitana en la pantalla’ (Universitat de Barcelona Edicions).
“Los guionistas toman las señas culturales y familiares de los romás y las integran en un vehículo dramático, algo que se ya se había hecho en la época dorada del cine, pero en realidad su etnia es secundaria”.
Más allá de las creencias simbólicas y de clarividencias de la tía Polly, hay una importante representación del pueblo gitano y de los ‘irish travellers’ de la época como justificación del origen gitano de la familia Shelby.
«Son una mezcla de los dos, porque en el Reino Unido ha habido un mestizaje amplio, incluso con la clase obrera empobrecida. Unos y otros ocupan los mismos espacios y se dedican a oficios similares. De hecho, hay un término, ‘didicoy’, que define a ambos cuando se han mezclado» autor del artículo ‘Una (re)lectura gitana de Peaky Blinders’, donde pone en solfa la “imagen romántica estereotipada y negativa intrínseca a muchas de las recensiones” sobre la producción televisiva.»
En cualquier caso, visibilizar el pueblo gitano en una producción británica es de algún modo un buen punto de encuentro con el espectador poco habituado a interrogarse sobre el tema.
Despidiéndonos de la actriz Helen McCrory, Polly Gray y matriarca de la familia Shelby, la tía Polly es clave para todas las decisiones que toma Tommy.
Realmente, ella hilvana más hilos de los que Tommy cree, y siempre se adelanta a los acontecimientos.
Por otro lado, Ada Shelby, la hermana mayor, es el refugio real en el que Tommy se resguarda de sus pecados y con quien realmente se sincera. Ada, que a pesar de ser una ferviente comunista acaba sucumbiendo al dinero sucio de sus hermanos, sigue siendo la luz que ilumina muchos de los pensamientos de Tommy.
Entre los encuentros femeninos de la serie también aparece Jessie Eden, figura relevante del partido comunista del Birmingham de Entreguerras. Fue una de las primeras líderes de masas a nivel local, con papel esencial durante la década de 1930, y aparece como tal en la serie. Además de sacarle los colores a Tommy cuando habla de pretensiones políticas y su simpatía hacia la causa comunista de él antes de combatir en la I Guerra Mundial.
Lizzie Stark, May Carleton, Esme Shelby, Gina Gray, Linda Shelby y, por supuesto, la agente encubierta Grace Burgess. Estas mujeres continúan demostrando su valía, desempeñando un papel vital en los aspectos personales y profesionales de la vida de todos y cada uno de los hermanos Shelby. Su fuerza colectiva nunca ha sido tan clara como ahora, mientras trabajan para protegerse a sí mismos y a sus familias.
‘Los hombres y sus pollas no dejan de sorprenderme». ‘Nunca se sabe con los hombres. Ellos van por quienquiera que apunten sus pollas y no hay forma de cambiar de opinión’. – Polly Gray.
‘Regresé por amor. Y sentido común.’ – Ada Shelby.
‘¡Que todos los Peaky Blinders se pudran en el maldito infierno!’.- Linda Shelby
Son actores y actrices de método, eso implica que dentro de los sets de rodaje se intuya cierta tensión, según comentan a medios británicos algunos técnicos de la producción, admitiendo que los actores no se salen de sus personajes en los descansos, llegando incluso a ser incómodo. Pero anécdotas personales a parte, este reparto, es indudablemente grandioso.
Sólo con sentir la mirada gélida y azul de Cillian Murphy bajo su boina y sobre su humeante cigarrillo siempre en boca, sobran las palabras para saber que decantarse por él en lugar de por Jason Stazam, quien iba a ser el protagonista en un inicio, fue un gran acierto.
La tensión a la que nos somete Arthur Shelby con sus idas de olla impredecibles y sus altibajos emocionales, no se sanan en un sólo capítulo. Hay que ver muchos más para comprenderlo.
Las ocurrencias enrevesadas de Alfie Solomons para salirse con la suya aunque le cueste la vida y su sarcasmo infinito hacen de sus gestos un irónico personaje que nunca sabes por dónde pillar. Si es que lo pillas.
La grandiosa actuación de la tía Polly en cada escena, que será un bonito homenaje a quien dedicó su vida a ello y tuvo que despedirse de forma temprana e injusta en la vida real. También seguirá siendo la madre de Draco Mallfoy en Harry Potter, y es un precioso legado en el cine.
Aparición estelar cuando vi a Adrien Brody como el mafioso Lucca Changretta, me encantó verlo actuar con tanta malicia a la italiana.
Y un largo etc.
Si no te he convencido para ver la serie, no pasaría nada, si no fuese una de las mejores que he visto y que comparte la crítica. Pero si te gusta el cine y tienes gusto por el trabajo bien hecho, ¡empieza a verla!
«¡POR ORDEN DE LOS P*** PEAKY BLINDERS!»